Tecno y Tendencias
4/6/2025
Renault ha sido protagonista de estos cambios con algunas de las soluciones tecnológicas más innovadoras.
Ya sabemos que la automoción ha cambiado mucho en los últimos años: coches con enormes pantallas, que se enchufan a la red eléctrica, o que te corrigen al volante antes de que tengas un accidente… Sin embargo, hay otros muchos cambios que han pasado más desapercibidos, porque simplemente no echamos en falta los elementos que hemos dejado atrás.
La tecnología ha transformado la forma en la que conducimos, pero también el habitáculo y los elementos de nuestros vehículos. En definitiva, la tecnología ha cambiado la forma en que “vivimos” el coche. Estos cambios, grandes y pequeños, nos hablan de nuevas necesidades que han surgido, pero también de transformaciones culturales y hábitos que, como sociedad, hemos ido modificando (seguro que adivinas de qué hablamos). Los fabricantes de automóviles como Renault, han sido testigos y a la vez protagonistas de esta evolución, y se han adaptado para guiar el camino hacia un futuro donde la tecnología, el confort y la seguridad se fusionan en una experiencia de automoción sin precedentes.
¿Quién no recuerda a nuestro padre bajándose del coche para comprobar que la antena “seguía en su sitio” tras tener problemas sintonizando? O cuando la desenroscábamos y la llevamos con nosotros para evitar su hurto. Incluso cuando contábamos con sistema anti-robo, la costumbre nos hacía plegarla al aparcar para evitar tentaciones. Por eso, la llegada de las antenas integradas en la carrocería supuso un pequeño pero muy apreciado cambio, y llevar un coche con la famosa "aleta de tiburón" se convirtió casi en símbolo de estatus.
Hoy en día podemos encontrar estas modernas antenas en modelos como Renault Clio Full Hybrid E-Tech, con la que además se recibe la señal GPS o el 4G para los servicios conectados de Renault. Aunque eso sí, como ya ha ocurrido en los smartphones más modernos, la antena de radio FM/AM podría perderse en favor de los servicios de radio online.
Aunque ahora nos parezca impensable, había un tiempo en que era normal fumar en el coche, incluso con niños dentro, y terminar con el cenicero abarrotado de colillas. Definitivamente, parece que teníamos desarrollada otra sensibilidad olfativa. Por suerte, con la creciente concienciación sobre los perjuicios del tabaco y la preocupación por la calidad del aire, incluso los fumadores habituales no conciben un espacio cerrado tan reducido lleno de humo.
Como consecuencia, el cenicero ha ido cayendo en desuso con el paso de los años, hasta que los fabricantes poco a poco lo han ido retirando de sus diseños. Un gesto que, en el caso de Renault, se ha visto reforzado con la inclusión de purificadores y recicladores de aire, en su afán por conseguir un habitáculo más seguro.
Algo similar ha ocurrido con el mechero del coche, aunque en este caso su vida ha sido algo más larga y ha sobrevivido a las tendencias anti-tabaco. Al fin y al cabo, el mechero no era más que una resistencia que se enchufaba a una toma de 12V en CC, por lo que se ha podido aprovechar (transformador mediante) para alimentar multitud de aparatos, desde aspiradoras y neveras hasta el consabido smartphone.
Aunque este enchufe de 12V sigue vigente en muchos vehículos como "toma de accesorios", está perdiendo protagonismo en favor de los puertos USB, con CA y a la postre más prácticos. Un paso más allá, son la aparición de bandejas de carga inalámbrica para el smartphone, como la que podemos encontrar en Renault ya en vehículos como Megane Full Hybrid E-Tech, supone realmente el último eslabón en la evolución del mechero del coche.
Aunque hoy en día seguimos usando llaves metálicas para nuestra vivienda, el buzón o la bici, en el coche han ido desapareciendo a pesar de ser igualmente necesarias. La modernización del automóvil ha permitido prescindir de un sistema puramente analógico, que implicaba no pocos riesgos y molestias, y recibir sistemas de apertura más cómodos y seguros.
Primero fue el apreciado mando a distancia, y posteriormente las revolucionarias tarjetas digitales. Renault fue pionero con sus sistemas de "manos libres", que permiten abrir y arrancar el vehículo con tan sólo llevar la tarjeta encima. Hoy en día, modelos como Renault 5 E-Tech Eléctrico permiten usar el smartphone como llave digital, pudiendo incluso compartirla con otros miembros de la familia y permitir el acceso en remoto. Definitivamente, vamos a olvidar el clásico “no encuentro las llaves del coche”.
El freno de mano es otro vestigio de la automoción del siglo pasado. Un elemento que, aunque fundamental y necesario, plantea insalvables problemas que obligaban a buscar alternativas. El freno de mano era incómodo e impreciso de usar, se averiaba con frecuencia y ocupaba un espacio valioso en la consola central. Aunque algunos fabricantes probaron con diseños alternativos (como tiradores o manetas) solo la tecnología permitiría eliminar la palanca del freno de mano.
En los automóviles actuales, el "freno de mano" es un sistema de freno de estacionamiento completamente electrónico que permite bloquear las ruedas de forma precisa con tan sólo pulsar un botón. Se libera así espacio para otros controles o espacios de almacenaje, pero también ha permitido nuevas funcionalidades, como el Asistente de Arranque en Pendiente HSA que Renault incluye en modelos como Renault Scenic E-Tech Eléctrico e incluso comerciales como Renault Kangoo Furgón.
En los tiempos en los que el automóvil encontrábamos más mecánica que electrónica, los cristales de las ventanillas se subían y bajaban de forma totalmente manual. Las tradicionales manivelas suponían un lastre de confort y estética en unos coches que ya evolucionaban en diseños más confortables y modernos.
La llegada de los elevalunas eléctricos supuso un sencillo pero esperado avance, convirtiéndose incluso en un importante reclamo comercial, ¿quién no recuerda los míticos anuncios de los 90? Los controles para subir y bajar la ventanilla han pasado por multitud de ubicaciones (incluso por las pantallas de infoentretenimiento) y hoy se han digitalizado completamente para incluir funciones (ya de serie en los E-Tech de Renault) como la apertura en un solo toque, el bloqueo infantil o la apertura y cierre del cristal a distancia.
Hubo un tiempo, allá por los años 80, en que deslizar una cinta de casete en el estéreo del coche era lo más avanzado que podías hacer para disfrutar de la música en movimiento. Desde entonces, los sistemas de audio en el automóvil han recorrido un viaje tan vertiginoso como el de la propia industria del automóvil: del casete al CD, del MP3 al Bluetooth, y de ahí al streaming inmersivo con equipos de audio sobresalientes.
A medida que el automóvil se fue volviendo más tecnológico, la radio, y todo el conjunto de sistema de audio, se fue integrando más y más tanto física como electrónicamente. La llegada de las pantallas (primero con botones físicos, luego con controles táctiles) permitió además integrar otros sistemas, como el climatizador o el cuadro de instrumentos. Pero ante todo fue la antesala los sistemas de infotainment, que convierten al vehículo en un enorme ordenador con ruedas.
Por ejemplo, el sistema openR Link de Renault cuenta con Google integrado, utiliza tecnologías punteras de empresas como Nvidia y Qualcomm, permite que le hablemos con la voz y utiliza Chat GPT para darnos respuesta. En lo que respecta a la radio, ahora se escucha por internet, con contenidos a la carta y miles de emisoras del mundo a nuestra disposición.
Como vemos, los cambios son cada vez más rápidos y disruptivos, a medida que se acelera la innovación y llegan nuevas tecnologías. Con la llegada del vehículo eléctrico, conectado y autónomo, los próximos elementos que podrían desaparecer son el embrague, los retrovisores o incluso el volante. Renault sigue innovando para descubrir las respuestas, diseñando vehículos que no solo nos transportan, sino que se adaptan y evolucionan con la sociedad.