COCHES ELÉCTRICOS RENAULT

La autonomía de un vehículo eléctrico depende de la batería y de su capacidad de almacenamiento; cuanto mayor sea la batería, mayor será el recorrido en kilómetros.  Los factores que limitan la autonomía en modo eléctrico son el estilo de conducción, las condiciones climáticas, la temperatura, la topografía y la velocidad.

Los vehículos eléctricos se cargan enchufándose a una red eléctrica. Incorporan un cargador cuya misión es convertir la corriente alterna de la red eléctrica en corriente continua para su almacenamiento en las baterías. Se necesita un conector y un cable para unir el vehículo y el punto de carga. El conector tipo 2, llamado Mennekes, es el estándar europeo para recargas tanto a domicilio como en espacios públicos.

La tecnología de iones de litio permite cargar la batería a cualquier nivel y sin limitaciones de tiempo. A día de hoy, las baterías de Renault tienen un SOH (estado de salud de la batería) superior al 85% de media al cabo de 8 años. 

En términos de fiabilidad, los vehículos eléctricos no tienen nada que envidiar a los térmicos. Basándose en su experiencia en vehículos eléctricos y en Fórmula 1 y apoyándose en equipos de ingeniería, desarrollo y control, Renault ha desarrollado la tecnología E-Tech para que sea lo más fiable posible: Los motores eléctricos son menos complejos y requieren menos piezas y, por lo tanto, menos mantenimiento. Por ello, un problema será más fácil de tratar y reparar que en un vehículo térmico. Sus componentes son tan sólidos y resistentes como los de los vehículos térmicos y ya se han formado más de 30.000 empleados, en la red Renault, para ayudarte en el mantenimiento de tu vehículo E-Tech eléctrico. Los vehículos equipados con la tecnología E-Tech eléctrico que ofrecemos hoy son el fruto de años de trabajo que han demostrado su valía desde que lo hizo Zoe en 2012. Estamos orgullosos de poder decir que nuestra experiencia eléctrica hace posible desarrollar nuevas tecnologías para ofrecer coches eléctricos cada vez más fiables.

Como suele suceder, el mérito hay que atribuírselo probablemente a varias personas. 

Algunos elementos cronológicos nos permiten en todo caso remontarnos a sus inicios:

• En 1830, el escocés Robert Anderson desarrolló una especie de carruaje eléctrico.
• Alrededor de 1835, Thomas Davenport lo sucedió creando una pequeña locomotora eléctrica.
• En 1859, Gaston Planté inventó la primera batería recargable que fue perfeccionada por Camille Faure en 1881.
• Alrededor de 1895, una foto muestra a Thomas Parker posando junto a un vehículo eléctrico. Conocido por haber desarrollado el equipo que impulsó los primeros tranvías eléctricos, uno puede imaginar que fue el inventor del vehículo en la foto... pero esto no se puede confirmar por completo.
• Renault contribuyó a democratizar el vehículo eléctrico con el lanzamiento de Renault Zoe en 2012.

El consumo de un coche eléctrico se mide en kilovatios hora por cada 100 kilómetros (kWh/100 km), y este valor varía en función de factores como el peso del vehículo, la eficiencia del motor, el estilo de conducción o el tipo de carretera. En promedio, un coche eléctrico consume entre 15 kWh y 20 kWh para recorrer 100 km.

Para obtener una estimación más precisa del consumo según tus condiciones de conducción, puedes utilizar los simuladores de consumo de Renault 5 E-Tech eléctrico, Megane E-Tech eléctrico y Scenic E-Tech eléctrico.