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2/2/2024
Las tierras raras llevan décadas dando de qué hablar. A medida que hemos integrado sus propiedades en diferentes patentes, industrias y productos, con énfasis en tierras raras para baterías e imanes de motores eléctricos, nos hemos ido dando cuenta de su potencial tecnológico, de sus ventajas en materia de eficiencia o aligeramiento de materiales, pero también del impacto que supone su uso masivo y de la necesidad de frenar su demanda.
Las llamadas tierras raras —a veces llamados lantanoides, metales de tierras raras u óxidos de tierras raras— son un conjunto de 17 elementos químicos que se localizan en el tercer grupo (familia del escandio) y en el periodo horizontal de los lantánidos (pero no los actínidos).
¿Qué no son las tierras raras? Curiosamente, las tierras raras no son ni 'tierras' o mezcla de elementos, sino elementos individuales; ni son tan raras en la corteza terrestre: el tulio y el lutecio, las tierras raras menos frecuentes, son 200 veces más abundantes que el oro. Lo que sí es difícil es encontrarlas de forma pura, ya que con frecuencia aparecen combinadas con otros elementos de los que hay que separarlos. Tampoco son elementos 'nuevos' en química: el neodimio se descubrió en 1885.
Precedido por su número atómico (número total de protones) y símbolo químico, el conjunto de elementos que componen las tierras raras son: (21 Sc) Escandio, (39 Y) Itrio, (57 La) Lantano, (58 Ce) Cerio, (59 Pr) Praseodimio, (61 Pm) Prometio, (62 Sm) Samario, (63 Eu) Europio, (64 Gd) Gadolinio, (65 Tb) Terbio, (66 Dy) Disprosio, (67 Ho) Holmio, (68 Er) Erbio, (69 Tm) Tulio, (70 Yb) Iterbio y (71 Lu) Lutecio. En la tabla periódica se han resaltado estos elementos para verlos con más claridad.
Tabla periódica de los elementos, destacando tierras raras. | Wikipedia
Durante las últimas décadas, las tierras raras se han hecho más y más populares debido a sus propiedades magnéticas o eléctricas únicas. Entre algunos ejemplos de uso de estos elementos tenemos:
¿Cómo ha aprovechado la industria automovilística la investigación en tierras raras? Principalmente, como elementos de transición hacia la electrificación del sector y la reducción de emisiones. Con datos de 2020, el transporte (16,2% de las emisiones mundiales) sigue siendo una de las mayores fuentes de emisiones, especialmente el que se realiza por carretera (11,9%).
Lejos de llevar una tendencia positiva, el transporte doméstico sigue aumentando emisiones porque los combustibles fósiles representan el 96% de la energía consumida en el transporte por carretera. ¿Pueden las tierras raras invertir la tendencia? Lo cierto es que pueden ayudar.
Las tierras raras son elementos claves para la popularización del vehículo eléctrico, gracias a sus múltiples ventajas relativas a la aligeración de los materiales, el aumento de densidad energética de las baterías, densidad de potencia y par elevadas del motor eléctrico; así como otros usos más horizontales como pudiera ser la mejora de los chips o las pantallas del vehículo.
El uso de tierras raras no está exento de problemas. Su extracción es compleja y de impacto ambiental cuestionable, y además la fabricación con estos materiales deja a Europa más vulnerable a ser dependiente de China. Es por ello que, al tiempo que se investiga con tierras raras, también se realizan experimentos para, curiosamente, buscar propiedades similares pero reduciendo la masa de tierras raras en cada vehículo.
En Europa hemos tenido bastante éxito a la hora de ir reduciendo la fracción de tierras raras en la elaboración de algunos componentes, y vehículos como el Megane E-Tech 100 % eléctrico hacen uso de bobinas de cobre que excluye el uso de tierras raras en su fabricación logrando prestaciones similares a motores de tierras raras equivalentes.