qué es una IRVE o Infraestructura de Recarga de Vehículos Eléctricos

En este artículo encontrarás:

• ¿qué significa IRVE?
• ¿qué es una Infraestructura de recarga de vehículos eléctricos?
• modos de carga y tipos de conexión
• requisitos generales de las IRVE
• medidas de protección en una IRVE

La electricidad tiene el potencial de aumentar la eficiencia energética de los vehículos, ayudando a disminuir las emisiones de dióxido de carbono en el sector del transporte. Es una fuente de energía esencial para el avance de la nueva generación de vehículos, que puede mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación sonora en áreas urbanas, suburbanas y otras regiones con alta densidad de población.

En los últimos años, la industria está consiguiendo que además sea un método de transporte con el que se puede viajar sin limitaciones. Es algo posible gracias a los avances en baterías y eficiencia de los motores, pero también por la infraestructura que se está creando dentro y fuera de las ciudades.

Esta infraestructura conocida como IRVE es esencial para permitir y facilitar la adopción generalizada de vehículos eléctricos, al garantizar que los usuarios puedan recargar sus vehículos de manera conveniente y eficiente.

IRVE es el acrónimo de Infraestructura de Recarga de Vehículos Eléctricos. Hace referencia a todos los dispositivos que permiten a los usuarios recargar sus vehículos eléctricos.

Cuando hablamos de IRVE nos referimos al conjunto de instalaciones, equipos y sistemas necesarios para proporcionar electricidad a los vehículos eléctricos (VE). La IRVE está formada por seis componentes clave:

1. puntos de recarga

Los puntos de recarga son las localizaciones donde debemos aparcar el coche para realizar una conexión física y rellenar sus baterías. Los podemos dividir en tres niveles según potencia y velocidad para rellenar las baterías del vehículo:

• Puntos de carga lenta, situados en áreas de estacionamiento donde los vehículos pueden permanecer conectados durante varias horas. 
• Puntos de carga rápida, con los que cubrir la necesidad de rellenar energías en menos de una hora, situados en lugares de tránsito frecuente.
• Puntos de carga ultrarrápida, capaces de recargar mucho más rápido, son la solución para que nuestras paradas en viajes sean más parecidas a las de un coche de combustión.

2. estaciones de carga

Aunque muchos usuarios tendrán la posibilidad de cargar en casa, la infraestructura IRVE promueve la adopción del coche eléctrico creando instalaciones con múltiples puntos de carga, capaces de atender a varios vehículos simultáneamente. 

Lo habitual es encontrarlas en sitios públicos, como centros comerciales, áreas de servicios en vías rápidas, o aparcamientos.

3. conectores y cables

Parte vital en el sistema de recarga, ya que es el nexo de unión entre los puntos y nuestro coche. Vamos a encontrar diferentes conectores y cables, en algunos casos integrados en la estación, en otros, deberemos llevarlos en nuestros vehículos.

4. sistemas de gestión de la energía

Para que un punto de carga o una estación funcione es necesaria la existencia de hardware y software que gestione la distribución de la energía eléctrica. El sistema debe ser capaz de optimizar la carga y distribuirla entre vehículos, garantizando una carga eficiente, al mismo tiempo que evita sobrecargas en la red.

5. sistemas de comunicación

Cuando llegamos con nuestro coche al punto de carga debe existir una comunicación entre ellos. Todos las plataformas en el mercado cuentan con mecanismos para supervisar el proceso, facilitando la identificación, monitoreo remoto o facturación.

6. infraestructura de apoyo a la carga

La IRVE cuenta además con los componentes necesarios para proporcionar suficiente capacidad eléctrica, entre los que encontramos líneas eléctricas dedicadas, transformadores, baterías, o métodos alternativos de recolección de energía (por ejemplo, paneles solares).

La infraestructura de carga se encuentra en constante crecimiento, pero lo hace en diferentes niveles, ya que las necesidades de cada usuario pueden ser muy diferentes.

Debemos partir de la base de que hay dos formas de corriente eléctrica: AC (corriente alterna) y DC (corriente continua). En líneas generales, los puntos de recarga convencionales, como son los domésticos o públicos, suministran corriente de tipo AC, mientras que las opciones de recarga rápida apuestan por el tipo DC.

¿Cómo funciona la batería de un coche eléctrico? Pues lo hace con corriente continua (DC), por lo que el cargador embarcado en el vehículo tendrá que convertir la corriente AC en DC cuando está enchufado en un punto de recarga convencional.

Los modos de carga y tipos de conexión que conoceremos a continuación determinan cómo y qué tan rápido se puede cargar un vehículo.

modo 1

Carga directa desde una toma de corriente estándar, en la que vamos a utilizar un conector tipo Schuko. La carga es considerada lenta, con una intensidad máxima de 16 A y voltaje de 230 V, lo que se traduce en una potencia máxima de carga de 3,7 kW. 

Al no estar diseñado para la recarga de un coche, no existe comunicación específica entre el vehículo y la infraestructura, tampoco hay una protección o seguridad especial.

modo 2

Muy similar al modo 1, basado en una toma Schuko, pero con la particularidad de que el cable de carga equipa un sistema de protección. Este añadido es importante ya que permite evitar problemas de conexión con la red activando o desactivando la recarga.

En lo que respecta a la velocidad, se trata de una carga lenta/media con una intensidad que puede llegar hasta los 32 A, con una potencia máxima de 7,4 kW. Esta toma es ideal para las cargas nocturnas de coches eléctricos con una batería pequeña o híbridos enchufables.

modo 3

El modo estandarizado en recargas de destino, como domicilios, aparcamientos en trabajos, garajes comunitarios u hoteles. Se trata de una conexión dedicada a vehículos eléctricos en la que se introduce el concepto de wallbox, que establece un punto de carga permanentemente instalado, con varios sistemas de protección, también un sistema de comunicación entre vehículo y cargador.

La recarga es semi-rápida, llegando a una intensidad de 63 A en el caso de que la carga sea trifásica. Esto se traduce en una potencia de carga de hasta 43 kW, que en la mayoría de los casos se hará con un conector Tipo 2 (Mennekes).

modo 4

La carga rápida o ultrarrápida se produce en corriente continua (DC). Es ofrecida en estaciones de servicio en vías rápidas - electrolineras - y otros puntos de alta demanda donde se necesita la máxima velocidad de carga.

Las potencias de carga se sitúan entre 50 kW y 150 kW (carga rápida) y entre 150 kW y 350 kW (carga ultrarrápida). Los conectores que utilizamos son CCS Combo y CHAdeMO. Para conseguir una protección especial ante las altas intensidades, el cable de carga está siempre unido al cargador.

Los requisitos generales para la instalación de Infraestructura de Recarga de Vehículos Eléctricos (IRVE) abarca aspectos técnicos, de seguridad, y de normativa para asegurar una instalación adecuada y eficiente. 

requisitos técnicos

Se debe asegurar que la instalación cuenta con la suficiente capacidad eléctrica para soportar la carga adicional de todos los vehículos eléctricos. Y obligatorio incorporar dispositivos de protección contra sobrecargas y cortocircuitos.

El cableado y los conectores deben cumplir los estándares específicos, además de implementar sistemas que gestionen y distribuyan la energía de manera eficiente entre los diferentes vehículos que se encuentren cargando.

Además de asegurar el fácil acceso al punto, con la señalización adecuada, se ofrecerá un servicio de atención al cliente. Deben existir múltiples métodos de pago, como tarjetas de crédito, sistemas de membresía  o pago a través de aplicaciones.

requisitos de seguridad

La instalación será realizada con todas las autorizaciones pertinentes, por electricistas certificados bajo las normativas locales, nacionales e internacionales. No pueden faltar dispositivos de protección diferencial para evitar descargas a los usuarios. Entre las medidas se encuentra la protección de los puntos con carcasas robustas.

Además del lógico mantenimiento regular de las instalaciones, han de existir mecanismos para realizar un monitoreo constante de manera remota, para asegurar que el funcionamiento sea seguro y eficiente en cada momento.

También hay requisitos ambientales a cumplir, y es que siempre que sea posible, se integrarán fuentes de energía renovable, como placas solares, para alimentar los puntos de recarga.

Implementar medidas de protección específicas es esencial para asegurar la operación segura y eficiente de una IRVE, así como para cumplir con las normativas vigentes y garantizar la seguridad de los usuarios y del entorno. Repasemos las principales medidas que deben implementarse:

• Para la protección contra contactos directos e indirectos es necesario introducir interruptores diferenciales, capaces de detectar corrientes continuas de fuga.
• Protección contra sobretensiones transitorias causadas por descargas atmosféricas o maniobras en la red eléctrica. También contra sobretensiones permanentes, por incrementos sostenidos de la tensión de suministro.
• Todos los componentes metálicos de la IRVE deben contar con una conexión a tierra adecuada para proteger contra choques eléctricos.
• Contra influencias externas como el fuego, se deben usar materiales que retarden la propagación. También contar con extintores y sistemas de detección de incendios.
• Existencia de protecciones mecánicas. Barreras físicas para proteger las estaciones de daños mecánicos producidos por vehículos. También armarios de protección con los que evitar el acceso no autorizado y proteger los componentes eléctricos.
• En lo que respecta a las protección ambiental, se exige que los puntos estén diseñados con estanqueidad, para soportar lluvia o polvos, cumpliendo con los estándares IP adecuados. Se utilizarán materiales resistentes a la corrosión.
  

sobre el autor

Kote Puerto

periodista especializado en motor