cómo ahorrar energía y reducir las emisiones de CO2 con un motor híbrido

En este artículo encontrarás:

• la ruta hacia la movilidad sin emisiones
  
• vehículo térmico o de combustión interna: el coche más contaminante
  
• vehículos híbridos ‘mild hybrid’, la primera etapa híbrida
  
• vehículos híbridos ‘full hybrid’ o autorrecargables
  
• vehículos híbridos enchufables, la antesala del eléctrico
  
• el vehículo 100% eléctrico, el vehículo del futuro
  

En un viaje iniciado hace ya más de 12 años, cuando Renault ZOE salió a la venta, el camino hacia la descarbonización de la movilidad en coche sigue teniendo algún tipo de barrera para muchos usuarios. Desde retos de cambio de hábitos, a los mitos de falta de puntos de recarga o familias que buscan una movilidad más sostenible, se enfrentan a dudas importantes:

¿El vehículo 100% eléctrico, es para mí? ¿Es mejor que primero dé el salto a un vehículo híbrido? Pero, ¿mild hybrid o full hybrid? Y, ¿cuál es la diferencia entre enchufable y recargable? Hemos escrito este artículo para responder a algunas preguntas sobre escenarios personales de uso y ayudarte a elegir el coche que mejor se adapta a tus necesidades

Como adelantábamos, no todos los usuarios podrán dar el salto de cero a uno en materia de movilidad, dejando un motor de combustión para pasar a un vehículo 100% eléctrico. En su lugar, buena parte de la población está haciendo uso de vehículos con cierto grado de hibridación térmico-eléctrica, una etapa intermedia en la que pasar un tiempo a medida que tecnologías como la densidad de energía de las baterías va alcanzando nuevas cotas o los precios de la tecnología eléctrica se reducen.

En líneas generales, se puede establecer una ruta en la que la mayoría de los conductores pasa de un vehículo de combustión a uno híbrido (mild hybrid, full hybrid, enchufables, quizá en este orden, pero no necesariamente) hasta finalmente hacer uso de un vehículo de motorización 100% eléctrica. Hagamos un repaso por todas y cada una de las motorizaciones mencionadas, señalando posibles perfiles de uso y situaciones particulares.

Se trata de vehículos, en este caso coches, que solo tienen un motor: el de combustión interna. Este hace explotar el combustible para mover un cigüeñal con el que impulsar el coche hacia delante. Los motores de combustión interna son los vehículos con más emisiones locales, y los que menor acceso tendrán a los núcleos urbanos debido a los impactos que tienen en la salud de la ciudadanía. A medida que se implanten las necesarias Zonas de Bajas Emisiones, veremos cómo estos vehículos se desplazan hacia la periferia hasta finalmente desaparecer en una o dos décadas.

Aún así, en la actualidad existen perfiles que pueden dar uso a este tipo de vehículos, empezando por aquellos que poseen un coche gasolina o diésel al que aún le queda vida útil por delante y que no pueden (o aún no necesitan) pasarse a una movilidad más limpia. También son interesantes para particulares y empresas que necesitan hacer cientos de kilómetros diarios sin parar a repostar más que unos pocos minutos.

Llamados también microhíbridos, de hibridación suave o híbrido ligero, un mild hybrid es un coche que se mueve con el motor térmico pero que dispone de un motor eléctrico de apoyo, muy útil en arranque y durante la fase de aceleración. Suelen tener etiqueta ECO porque reducen las emisiones hasta en un 20% respecto de un motor de combustión equivalente. Siguen emitiendo en local y sin duda en unas décadas serán un tipo de tecnología tan obsoleta como la de combustión, de la que siguen dependiendo.

Estos vehículos son perfectos para aquellos usuarios que no pueden dar el salto a un vehículo eléctrico por el motivo que sea, pero necesitan entrar dentro de áreas urbanas gracias a su etiqueta ECO, así como a personas preocupadas por la salud de sus vecinos. El arranque, la aceleración y las marchas bajas son tres eventos en los que el vehículo térmico emite bastantes partículas, y el mild hybrid reduce parte de ellas, sin por supuesto llegar a las cotas de otros modelos

En un vehículo totalmente híbrido, sus dos motores dan la posibilidad a quien conduce de optar por conducir en modo eléctrico o en modo de combustión interna. En estos vehículos, el sistema motor está duplicado y es posible realizar una conducción totalmente térmica o totalmente eléctrica, a voluntad o necesidad. Es probablemente el tipo de motorización más compleja debido a sus múltiples variantes, aunque en líneas generales la batería se recarga mediante frenada regenerativa y es pequeña.

Estos full hybrid son vehículos perfectos para usuarios que necesitan hacer muchos kilómetros fuera de ciudad pero al mismo tiempo después necesitan entrar en una. Su etiqueta ECO les permite hacer lo segundo, y un gran depósito de combustible les da gran autonomía fuera del tejido urbano. El rango de emisiones es variado porque no todos los full hybrid hacen uso en la misma proporción del motor eléctrico, que puede ser de respaldo pero también servir de única propulsión.

Los vehículos híbridos-recargables o híbridos enchufables son probablemente el tipo de motorización más cercana a la completamente eléctrica, ya que cuentan con una batería de dimensiones notables que da autonomía de más de 50 km en modo eléctrico; pero a su vez cuenta con un motor de combustión con un depósito que tampoco es pequeño. Suelen ser vehículos relativamente pesados debido a la batería, el depósito y la doble motorización, y se recomienda usarse en modo eléctrico (más eficiente) tanto como sea posible.

Estos vehículos están pensados para una movilidad predominantemente urbana, pero cuyos usuarios hacen viajes esporádicos fuera de la ciudad y que en esos momentos necesitan tener cierta autonomía, quizá porque acceden a regiones sin puntos de carga rápida o directamente con cero puntos de recarga. Descubre todas las ventajas de los coches híbridos enchufables y por qué pueden ser una opción para tu movilidad.

Aunque se sigue discutiendo la fecha, moviéndola de tanto en tanto hacia delante o detrás, la realidad es que en unas décadas los coches eléctricos serán los únicos coches convencionales que se desplacen, excepciones aparte. En un vehículo totalmente electrificado solo hay un tipo de motor: el eléctrico. No tienen motor de combustión, ni depósito de combustible sino batería.

Estos vehículos emiten cero gramos de CO2 equivalente en circulación local y, aunque sus emisiones de pozo a rueda estarán condicionadas por el mix eléctrico usado para cargar la batería, se descarbonizan con el tiempo a medida que el mix nacional hace lo propio. El mismo coche eléctrico que te compres hoy emitirá menos emisiones equivalentes dentro de cinco años, simplemente porque lo recargarás con energía más limpia.

¿Para quién es un vehículo eléctrico? Lo cierto es que existen múltiples perfiles que pueden ir a este tipo de motorizaciones directamente, sin pasar por un híbrido. Desde luego, el coche 100% eléctrico tiene encaje en aquellas personas preocupadas por el medio ambiente y la salud de sus vecinos o familiares. Aunque existen barreras con la recarga, y se suele recomendar que los usuarios de coche eléctrico tengan punto de recarga bien en casa bien en el lugar de trabajo, o que haciendo pocos kilómetros diarios puedan cargarlo en lugares públicos como centros comerciales un par de veces a la semana.

Con autonomías de 470 km (WLTP), como ocurre con el Renault Megane E-Tech 100% eléctrico, o los 620 km (WLTP) del Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico, esta barrera a la recarga eléctrica empieza a ser menos pronunciada. Una familia que pueda recargar completamente el vehículo al menos una vez a la semana ya puede pasar a estas motorizaciones. También una que disponga de una plaza de garaje o un punto de carga en alguno de los trabajos.

sobre el autor

Marcos Martínez

periodista especializado en motor