Tecno y Tendencias
9/5/2022
Las Smart Cities o ciudades inteligentes solo son posibles a través de una movilidad sostenible. La movilidad eléctrica es uno de los principales avances para lograrlo.
Llámense ciudades inteligentes, sostenibles, digitales, innovadoras, 4.0, responsables, etc., todas ellas aluden a un mismo concepto de hacer ciudad: pensar en el ciudadano y mejorar sus condiciones de vida a través de la tecnología. Para ello, resulta clave trabajar varios “pilares” que son básicos en una Smart City o ciudad inteligente: gobierno y datos abiertos, administración electrónica y digitalización, accesibilidad, turismo responsable, economía circular, renaturalización o espacios verdes, innovación social, eficiencia energética y movilidad sostenible.
La movilidad sostenible o inteligente es una de las bases de la ciudad del S.XXI, de la ciudad para todos. Para ello, se crean estrategias de ciudad. Si hemos escuchado hablar de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), aquí es donde entran en juego, a través de las Agendas 2030 de la ONU.
Pero, teoría aparte, vamos a entrar a ver cómo se hacen realidad estos proyectos en la ciudad.
Se trabajan cuatro aspectos básicos para lograr una movilidad inteligente: el impulso de los desplazamientos a pie, la bicicleta, el transporte público y la electromovilidad. El primero de ellos, peatonalizando y facilitando la llegada a los lugares caminando; el segundo, fomentando los desplazamientos en bici de manera cómoda, rápida y segura; el tercero de ellos, mejorando el acceso y las condiciones del transporte público urbano y, por último, no menos importante y compatible con todos ellos: la movilidad eléctrica.
Los desplazamientos en vehículo privado deben experimentar un cambio radical. La movilidad eléctrica, junto con sistemas de car pooling (viaje compartido) y car sharing (coche compartido), son la solución. La solución del futuro y del presente. Compatibilizar los viajes compartidos (con plataformas como BlaBlaCar, Amovens, etc.) y el coche compartido en grandes ciudades, como: ZITY, en Madrid, por ejemplo, además provista por vehículos de Renault, son la gran apuesta para la movilidad personal.
A estos, los acompañan otro tipo de soluciones, como los VMP (Vehículos de Movilidad Personal), tales como: patinetes eléctricos, segway, scooter y monociclos eléctricos. Pero estos aún tienen complicada su regularización en las ciudades.
Algunos de los proyectos de ciudad inteligente más destacados en movilidad pasan por la peatonalización de cascos históricos, zonas comerciales, impulso de zonas 20 y zonas 30 o de tránsito mixto. Otros, van más encaminados a la creación de carriles-bici, ciclocarriles, aplicaciones para circular de forma segura en bicicleta (Bicimetro), etc. Por otro lado, la mejora de las rutas del transporte público, las infraestructuras, los propios autobuses transformándose también a la electromovilidad. Y, para mejorar el transporte privado, la utilización de vehículos ECO o “0 emisiones”, aún mejor, que nos permiten aparcar de forma gratuita en el centro de las ciudades, circular por zonas que los coches de combustión o térmicos tienen restringidas o disfrutar de ventajas fiscales para que resulte aún más económico circular de forma eléctrica.
Pero todos ellos tienen un mismo objetivo: evitar colapsos o atascos, mejorar la seguridad vial en la ciudad, aumentar la calidad ambiental reduciendo las emisiones y, por tanto, la contaminación en entornos urbanos.
Hoy día, la conectividad es uno de nuestros deseos más proclamados. Conectividad continua para estar al tanto de lo que ocurre y poder compartirlo con los nuestros. Esto no se para, cuando cogemos nuestro coche. Todo empezó con el Bluetooth, cuando podíamos realizar llamadas y, en el mejor de los casos, escuchar música a través de éste. Pero, actualmente, gracias a los sistemas de conectividad coche-móvil más extendidos, tales como: Android Auto, Apple Car Play, Alexa-Echo Auto, podemos realizar un sinfín de actividades (siempre con el coche parado, por supuesto) ;). En marcha, se pueden realizar algunas acciones que son compatibles con la conducción, como la navegación, por ejemplo.
Y nos centraremos más en la conectividad entre el vehículo eléctrico y el móvil que, además de ofrecer lo mismo que cualquier coche térmico actual, nos permite equilibrar las cargas del vehículo.
Gracias a la conectividad entre el coche y el móvil podemos realizar, entre otras cosas, recargas programadas, que los vehículos puedan verter energía a la red, a nuestra casa en momentos de alta demanda y cargar en horas donde la electricidad es más barata. Además, podemos programar nuestro coche para que se encuentre climatizado y a la temperatura que deseemos antes de cogerlo (ahorrando así energía de la batería) y disfrutando del máximo confort en nuestro vehículo eléctrico.
El nuevo Renault Mégane E-TECH 100% eléctrico, permite experimentar y disfrutar de toda esta conectividad entre el coche y el móvil. Gracias a la tecnología R-Link de Renault, podrás aprovechar todas las funcionalidades que la tecnología móvil te ofrece en tu coche. Mapas, direcciones, lugares de interés, música, redes sociales, podcast, etc. Todo lo que te imaginas para poder utilizar tu móvil desde tu Renault con toda facilidad.
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