¿de viaje en coche eléctrico? basta un poco de planificación

Estas cifras de kilometraje con una sola carga están registradas bajo el nuevo ciclo de homologación WLTP. Por desgracia, todavía muchos piensan que la autonomía sigue siendo un problema. Se trata de un cliché injusto que alimenta la falsa creencia de que con un coche eléctrico no se puede viajar.

La cuestión incide en la visión de los conductores. Los interesados por dar el salto a lo eléctrico se plantean cómo puede afectar a sus rutinas de movilidad. En términos de distancia recorrida, los datos recopilados por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico indican que en España recorremos 41,6 kilómetros diarios en coche y 291 a la semana. Resultan números asequibles para que un coche 100 % eléctricos los afronten con holgura.

Sin embargo, a la hora de pensar en viajes y vacaciones, algunos demonios del pasado persisten en restar posibilidades a lo eléctrico. Ha llegado el momento en el que la movilidad eléctrica venza también este cliché.

Vacaciones y escapadas están al alcance de los packs de  baterías de iones de litio actuales.

La planificación es el instrumento clave.

Hablamos de encajar autonomía, kilometraje y recarga según el tipo de viaje.

Dadas las prestaciones y la evolución de la recarga, estos aspectos no tienen por qué complicar los preparativos o aumentar el tiempo que dedicamos a ultimarlos. Pasan a formar parte, como un apartado más, de la planificación de las vacaciones por carretera.

La mayoría de los conductores, antes de acometer un desplazamiento largo, estudian el kilometraje, ruta y posibles puntos para reposar o repostar. Con un coche 100 % eléctrico en este plan de vacaciones prestaremos atención a otros detalles.

El cálculo consiste en saber si el recorrido eléctrico de nuestro coche resulta suficiente. Para ello, conviene seguir algunas recomendaciones básicas que integraremos enseguida como algo automático en nuestra organización habitual:

• Planificar, en la medida de lo posible, qué trayectos van a formar parte de nuestra escapada y cuántos kilómetros los componen.
• No apurar las cifras de autonomía. No conviene realizar cálculos ajustados con la autonomía, sino dejar un margen suficiente ante imprevistos.
• Sincronizar paradas con puntos de recarga y sitios de interés. Es un cambio de mentalidad conforme a los nuevos tiempos que nos permite ir adaptándonos de forma más amable a las nuevas tecnologías de propulsión y, de paso, hacer turismo (gastronómico, cultural) para no desperdiciar un minuto. Para ello, tendremos una ayuda inestimable en los nuevos sistemas de infoentretenimiento.
• ¿Recarga completa antes de partir? Relacionado con la anterior, antes de iniciar el viaje, sobre todo si es largo, obtendremos más seguridad si realizamos una carga completa. Resulta un buen momento para hacerlo, teniendo en cuenta que no suele ser una carga habitual.
• Ultimando el equipaje: no olvidar el cable de carga. Una obviedad; pero, aun así, hay que situarla dentro de las prioridades.
  

Es útil saber por qué tipo de vías transcurrirá el viaje. La autonomía responde de modo diferente en función de la velocidad. Igualmente, resultará relevante conocer si afrontaremos grandes desniveles, tanto positivos como negativos (este dato es muy fácil de conseguir, por ejemplo, Google Maps lo ofrece al calcular cualquier trayecto); o con qué factores climatológicos lidiaremos. Así, podremos gestionar el uso del climatizador y comprobar cómo evoluciona la autonomía con frío y calor.

En cualquier caso, no será necesario investigar demasiado para obtener esta información. La planificación de cualquier escapada incluye la consulta del itinerario y meteorología, por lo que, en este sentido, no hay nada nuevo más que el placer de circular con nuestro coche eléctrico hasta el destino.

No es lo mismo una breve excursión rural que pensar en cruzar la península. Las necesidades de recarga dependerán de ello. En función de las distancias, podremos recargar en el alojamiento de destino o buscar un punto de recarga intermedio.

¿Qué resulta útil conocer en este apartado? Todas las características de las estaciones en las que pensamos recargar:

• Disponibilidad de la plaza, necesidad o no de reserva.
• No está de más investigar sobre si su funcionamiento es el correcto.
• Compatibilidad del conector con la del vehículo, tipo de enchufe.
• Potencia y velocidad de recarga que despliega.
• En caso de recarga publica, qué entidad lo
  gestiona, precio o si requiere de suscripción previa. 
  

Estas dudas podemos aclararlas con presteza con un sencillo mensaje o llamada al alojamiento. Si buscamos puntos de recarga públicos intermedios, los servicios de conectividad del vehículo serán nuestro mejor aliado. Junto con las apps del vehículo para dispositivos móviles, nos ayudarán a descubrir detalles útiles de las estaciones de carga, como los tipos de enchufe o la potencia que ofrecen.

Por ejemplo, gracias a las funcionalidades de Google Maps integrado en el Nuevo Megane 100% Eléctrico, la información del propio vehículo se utiliza para optimizar el trayecto en función de los puntos de carga y su disponibilidad. 

Es decir, si el nivel de batería no es suficiente para llegar al destino, nos ofrece automáticamente una lista de puntos de carga disponibles a lo largo del recorrido para llegar al final de nuestro viaje sin ninguna incidencia y lo antes posible.

Esta mínima planificación previa permite exprimir las ventajas de viajar en coche eléctrico. De hecho, se trata de rutinas que los conductores de este tipo de vehículos suelen tener incorporadas en su día a día.

Por tanto, lo verdaderamente apreciable en esta nueva forma de viajar será, a fin de cuentas, la comodidad, el silencio, la aceleración instantánea del motor, el respeto al medioambiente… En definitiva, el confort eléctrico.

Puedes conocer más detalles del vehículo eléctrico respecto a otras energias alternativas, aquí.

sobre el autor

Jaime Ramos

periodista especializado en motor