¿es bueno cargar el coche eléctrico todos los días?

Casi sin darnos cuenta, el coche eléctrico se está apoderando de nuestras ciudades y carreteras, comenzando a formar parte de nuestras vidas. Con su creciente adopción es natural que surjan dudas sobre la vida útil de su centro de energía, que es la batería.

Queremos optimizar su uso y prolongar su mejor rendimiento el máximo tiempo posible, por esto, entre las preguntas más comunes nos encontramos aquellas que tienen que ver con la frecuencia de carga recomendable. A continuación, analizamos los aspectos clave sobre la recarga.

Resumiendo mucho la respuesta, diríamos que no hay por qué cargarlo todos los días si el usuario no lo necesita. Lo ideal es adaptar la recarga al ritmo de uso y optar por métodos que preserven la batería a largo plazo.

Si se realizan recorridos cortos y la batería aún conserva un nivel suficiente de carga, no es imprescindible enchufarlo todas las noches, espaciando así las diferentes recargas. Es recomendable evitar cargas innecesarias para reducir el desgaste de la batería.

En el caso de que el trayecto habitual sea largo y se agote gran parte de la batería diariamente, es conveniente recargar para evitar imprevistos. Conoce más sobre los modos de carga.

Las baterías tienen un número limitado de ciclos de carga debido a su tecnología y a su química. Cada ciclo completo contribuye al desgaste natural de la batería, lo que con el tiempo reduce su capacidad. Cargar todos los días hasta el 100% cuando no es necesario puede acelerar este proceso. Además de las cargas frecuentes. 

Otro factor importante para la vida de las baterías es la velocidad de recarga, ya que la carga rápida (DC) frecuente también puede generar estrés térmico en la batería, afectando a su durabilidad. La carga lenta (AC) es más suave y recomendable para el uso diario.

Por último, tener en cuenta la temperatura del entorno, ya que el calor y el frío extremos aceleran la degradación de la batería. Si cargas con mucha frecuencia en estas condiciones adversas, la batería sufrirá más.

Para conseguir una carga de coche eléctrico de forma eficiente y maximizar la vida útil de la batería, es recomendable seguir las siguientes prácticas:

1. Carga lenta siempre que sea posible. Es más eficiente y menos agresiva para la batería, ya que las cargas rápidas generan más calor y pueden deteriorar la batería más rápidamente.
2. Evita la carga completa del coche eléctrico, en la medida de lo posible manteniendo el nivel de carga entre el 20% y el 80%. Las baterías NMC sufren más si se cargan constantemente al 100%.
3. No dejar la batería completamente descargada y evitar que baje del 10-20% para reducir el estrés en las celdas.
4. Evita cargar en temperaturas extremas: el frío extremo ralentiza la carga y el calor excesivo acelera la degradación.
5. Usar la programación de carga y aprovechar tarifas eléctricas reducidas o en horas valle. Reducimos el impacto en la red eléctrica y ahorramos dinero.
6. Usar la regeneración de frenado en la conducción reduce la necesidad de recargar tan a menudo. Hay vehículos que permiten regular el nivel de regeneración.

Depende del tipo de química que emplea la batería, pero lo ideal es mantenerla entre un 20% y un 80% de carga. Algunos coches permiten ajustar estos límites de carga para evitar que la batería se cargue o descargue al completo.

El caso de las baterías NMC (Níquel-Manganeso-Cobalto) es el más delicado, ya que sufren más estrés químico cuando están completamente cargadas durante mucho tiempo, lo que acelera su degradación. Lo ideal es cargarlo al 100% solo cuando necesites la autonomía completa, como en viajes largos.

Existen muchas creencias sobre la carga de coches eléctricos que no siempre son ciertas. A continuación dejamos algunos mitos y realidades con los que aclarar dudas y evitar malos hábitos que puedan afectar a la batería.

• Es necesario cargar el coche eléctrico todos los días. Es un mito, si tu autonomía es suficiente para varios días de uso, es mejor espaciar las cargas y evitar un desgaste innecesario de la batería.
• Cargar al 100% siempre es mejor. No es cierto, ya que es preferible mantener la carga entre el 20% y el 80%, en especial si la batería es tipo NMC  (Níquel-Manganeso-Cobalto).
• Las cargas rápidas no afectan la batería. No la daña al instante, pero un uso frecuente de carga rápida (DC) puede acelerar la degradación debido al calor generado.
• La batería pierde mucha capacidad en poco tiempo. Es falso, ya que con un uso adecuado la degradación será gradual. Los fabricantes ofrecen garantías de varios años para la batería.
• No importa a qué temperatura se cargue el coche. No es cierto ya que las temperaturas extremas afectan la batería: el frío ralentiza la carga y reduce la autonomía, mientras que el calor extremo degrada la batería.

sobre el autor

Kote Puerto

periodista especializado en motor