Actualidad
24/1/2025
Las tecnologías de nueva generación, los nuevos perfiles de conductor y los retos a los que tiene que hacer frente la movilidad, marcan las nuevas corrientes en la industria y el mercado del coche
Como cada año por estas fechas, toca hacer balance de lo vivido en los últimos meses, pero también de vislumbrar lo que nos espera en los próximos. Son numerosos los estudios de consultoras, fabricantes y otros agentes del sector automovilístico, y de la economía en general, que tratan de identificar las tendencias para este 2025 que está comenzando.
Muchas de estas tendencias no nacen de la casualidad, sino que suponen la evolución y consolidación de otras que hemos vivido este año. Tendencias que, en todo caso, deben alinearse con los buenos propósitos que los fabricantes, y el sector del automóvil en general, deben asumir para los próximos meses. Vamos a verlo en las siguientes líneas.
2024 ha sido el año de consolidación de las inteligencias artificiales generativas, que se han convertido en herramientas de uso común para muchas personas en todo el mundo. Han triunfado sobre todo los chatbots o IA conversacionales, con los que un usuario medio puede ya relacionarse con lenguaje natural.
En el sector de la automoción, la IA ya está presente en algunos vehículos para mejorar los sistemas de seguridad y optimizar la eficiencia de consumo (como en la Conducción Híbrida Predictiva de la gama Renault E-Tech full hybrid). Pero de cara al año que viene, se prevé la integración nativa de estos chatbots inteligentes de forma similar a reno, el asistente virtual que estrena Renault 5 E-Tech eléctrico, y que utiliza IA para responder a todo tipo de consultas y peticiones de forma hablada.
2025 también será el año en el que la conectividad 5G superará a la 4G en los vehículos. Un cambio impulsado por las expectativas de los compradores por contar con mejores y más rápidos sistemas de infoentretenimiento, con prestaciones como las que podemos ver ya en openR link de Renault: navegación cloud con tráfico en tiempo real, actualizaciones del software vía OTA, etc.
Pero la conectividad 5G también va a ser clave para el desarrollo de determinados avances tecnológicos en el automóvil. Es indispensable para el paso de la comunicación V2L/V2V a la V2X (vehicle to everything), es decir, la que permite que los vehículos se comuniquen con su entorno, con otros coches, peatones, semáforos y carreteras, para mejorar la seguridad o la eficiencia del tráfico. Funciona mediante redes inalámbricas que intercambian información en tiempo real y además propiciará no solo mejores sistemas ADAS, sino también dar nuevos pasos hacia el coche autónomo.
Los ADAS están redefiniendo nuestra forma de conducir como no había ocurrido en décadas. En 2025 se van a convertir ya en herramientas de uso común, con la llegada del paquete de ADAS obligatorios en la UE (en los coches matriculados desde julio de este año), estableciendo un estándar de conducción semiautónoma de nivel 2. Es un escenario pensado para dar apoyo al conductor, donde el coche es capaz de controlar la dirección, la aceleración y el freno, pero el conductor debe estar atento para intervenir, puesto que el vehículo no contará con respuesta ante objetos.
La medida europea acelera además la adopción de los ADAS de nueva generación, más sofisticados e inteligentes, que ya podemos ver en los modelos más avanzados. Sistemas como el Active Driver Assist o la Frenada de Emergencia Asistida nos suben al peldaño de la conducción semiautónoma de nivel 3, en el que el coche ya puede detectar objetos, controlar la dirección e incluso frenar o detenerse en caso necesario.
La mejora de los ADAS viene de la mano de una nueva generación de sensores, radares y cámaras, en los que el LIDAR (una tecnología capaz de “mapear” el entorno a través de luz láser) es el rey indiscutible por su capacidad de ir más allá que los sentidos humanos (ver en la oscuridad más absoluta y a varios cientos de metros de distancia).
Sin embargo, la tendencia en 2025 será la inclusión de nuevos y más avanzados sensores en el interior del vehículo, para sistemas DMS (monitorización del conductor) y DDR (detector de fatiga y falta de atención). Los más avanzados podrán estudiar el rostro del conductor para detectar e incluso predecir posibles fases de somnolencia y distracción antes de que estos ocurran.
2025 será también un año donde las formas de personalizar los vehículos alcanzarán cotas masivas, como respuesta al deseo de individualidad de las nuevas generaciones de conductores. Tendencias como el aesthetic car wrapping ha llevado a algunos fabricantes a ofrecer opciones múltiples de pintura y vinilado, como en el caso del nuevo Renault 4 E-Tech eléctrico, que cuenta con más de 600 combinaciones diferentes o Renault 5 E-Tech eléctrico, el indiscutible rey de los colores pop, con detalles de lo más divertidos.
Esta personalización llega incluso al interior de los vehículos de formas novedosas, gracias a las nuevas tecnologías de fabricación. Renault ya está ofreciendo accesorios en impresión 3D para personalizar la consola central o incluso la palanca de cambios e-pop shifter. Una personalización que va más allá de lo estético y se adentra en el plano de la funcionalidad práctica (¡pregunta por el portabaguettes de R5!).
Los próximos meses también van a ser fundamentales para definir el papel del automóvil en la micromovilidad en las ciudades. El fenómeno del Mobility as a Service (conocido como MaaS), que los jóvenes han abrazado como alternativa de conveniencia, deja al coche un papel residual como opción de carsharing o, como mucho, de ride-hailing (con el VTC como máximo exponente).
Renault Group, como actor del sector, ya participa con la startup Mobilize en proyectos MaaS que van más allá de los vehículos. Pero como fabricante de automóviles también está diseñando coches que puedan ajustarse a los principios de la micromovilidad: vehículos eléctricos que sean realmente accesibles al público general, y que resulten convenientes para la movilidad urbana. El futuro Renault Twingo podría ser la clave.
La digitalización del proceso de compra del automóvil (más arraigado en la segunda mano), se intensificará en 2025 gracias a las nuevas herramientas digitales, que permiten una mayor configuración por parte del comprador, y a la mayor fiabilidad de los sistemas online (firma digital, pasarelas de pago, etc). Siguiendo esta tendencia en crecimiento, Renault ha desarrollado “EVA”, un asistente de inteligencia artificial que ayuda al comprador en el proceso de selección de un coche eléctrico.
Como vemos, la digitalización abarcará todo el proceso, desde la preventa (como el innovador R Pass de acceso prioritario de Renault) hasta la entrega del vehículo en el propio domicilio. En todo caso, el concesionario físico seguirá teniendo un papel fundamental para garantizar la experiencia omnicanal y phygital que aún demandan los compradores.
Como vemos, son varias las tendencias que nos esperan en 2025 y algunas prometen ser realmente rupturistas. Una serie de cambios que no es más que el reflejo del cambio que también se está viviendo en el perfil medio de conductor. No en vano, muchas de estas tendencias vienen auspiciadas por la Generación Z, cuyos miembros ya llevan algunos años como conductores, pero que ya se están consolidando como una importante fuerza de decisión de compra en el sector de la automoción. Sin duda el cambio es el motor del progreso.