8 maneras en las que la IA ya está cambiando tu forma de conducir (y algunas ni las imaginas)

• gestión del tráfico a través de análisis por IA
• sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS)
• la realidad sobre la navegación predictiva
• optimización del consumo de combustible
• mantenimiento predictivo del vehículo
• asistentes virtuales y conectividad
• conducción autónoma de distintos grados
• más allá de todo lo visto

Un buen día alguien decidió que estaría bien tener un sensor de proximidad para poder aparcar sin miedo, y de paso evitar retrovisores y luces rotas. Una medida que ahorra miles de euros a miles de conductores. Más importante aún fue el desarrollo del ingeniero sueco Nils Ivar Bohlin, el cinturón de tres puntos. 

Cada pequeña innovación nos ha llevado al punto actual, al momento con menos accidentes viales en nuestra historia, al tiempo que nos dirigimos hacia los 1.500 millones de vehículos operativos en todo el mundo.

Sin embargo, si hay un tema del que se habla este 2024, es el de la inteligencia artificial (IA). Durante años hemos entrenado grandes bases de datos y ahora están dando sus primeros resultados, revolucionando múltiples aspectos de nuestras vidas. La conducción no es una excepción.

La IA, que saca su máximo potencial gracias a la conectividad, es capaz de permitir una conducción más segura y personalizada. Plataformas como My Renault se sirven de ello, ofreciendo la posibilidad de interactuar con tu coche desde el móvil, o un asistente de voz. 

En definitiva, la IA está cambiando nuestra forma de conducir, desde la gestión del tráfico hasta la optimización del consumo de combustible. Sin duda, una muy buena noticia que es posible comprobar in situ si nos detenemos a pensar en estas ocho innovaciones que ahora anotamos.

Que un vehículo pueda fluir por una ciudad de forma adecuada implica muchas ventajas. No solo afecta de forma intrínseca al tráfico, sino que también reduce las emisiones contaminantes y el tiempo de desplazamiento.

Mediante el análisis de datos en tiempo real provenientes de sensores, cámaras y otros dispositivos IoT (Internet de las Cosas) se puede ajustar la sincronización de los semáforos en ciertas intersecciones donde se produzcan más congestiones, con el fin de redirigir el tráfico en caso de accidentes o eventos inesperados. 

Pero la IA puede incluso hacer algo mejor: ¿qué puede hacer la IA en un atasco? Es una pregunta pertinente: puede analizar datos históricos y en tiempo real para predecir patrones de congestión. Esto brinda a las autoridades la posibilidad de optimizar las rutas, proponer carriles reversibles y vías rápidas, lo que además puede utilizarse para mejorar el transporte público, al brindar datos limpios sobre retrasos, aportando miles de reajustes de horarios en tiempo real según las condiciones del tráfico.

La culminación de esta premisa la encontramos en los ADAS,  presentes en modelos como Renault Symbioz E-Tech full hybrid o Renault Rafale E-Tech hybrid  como máximo exponente. Por algo se están convirtiendo en una característica estándar en los vehículos modernos. Sensores y cámaras integrados en el vehículo recopilan datos que son procesados por algoritmos de IA para proporcionar  asistencia en tiempo real al conductor. Esto incluye funciones como frenado automático de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo y reconocimiento de señales de tráfico. 

Por supuesto, la precisión y rapidez de estos sistemas determinan la efectividad. ‘Human First Program’ de Renault es la culminación de este esfuerzo. Por partida triple: prevención de accidentes, una gestión más efectiva de los accidentes en carretera estableciendo una colaboración única con bomberos en Europa —5.000 bomberos en 19 países—, y reduciendo el número de accidentes mediante inversiones significativas en I+D y la integración de tecnologías a bordo como Safety Score y Safety Coach.

Desde 2021 habrás detectado que aplicaciones como Google y Apple Maps o Waze nos muestran la ruta más corta. Y no por evitar los peajes. Un coche conectado es mucho más que un vehículo que informa de accidentes. En la actualidad, estas aplicaciones de navegación analizan la ruta óptima a través de condicionantes como la cantidad de CO2 generado.

Pero más allá de la huella de carbono, también ofrecen sugerencias basándose en nuestros hábitos de conducción. Si somos de parar mucho en viajes largos, la app mostrará rutas con más paradas, con áreas de descanso y demás. Es el caso de la plataforma My Renault, que integra Google todas sus posibilidades de navegación y asistencia conectada. 

La IA mejora la experiencia de navegación al predecir las condiciones del tráfico. Si una caravana de coches te estropea una “operación salida”, puede que te pongas nervioso y te dé por pisar un poco de más el acelerador. Una IA aprende de tus preferencias y te ayuda para evitar que tomes malas decisiones.

A día de hoy se pueden simular miles de posibles escenarios en distintas condiciones para determinar cómo ahorrar combustible. Los BMS o sistemas de gestión avanzados a partir de algoritmos, además, se actualizan constantemente según mejora la recopilación de datos. Lo que implica que un coche eléctrico mejora en cuanto recibe una actualización de software. Un entrenamiento que después servirá para ponerlo en práctica en carretera. Esta es la razón por la que una centralita automática es capaz de ahorrar muchos kilos de CO2 frente a la conducción manual.

Los sistemas de IA no solo son conscientes de la velocidad del coche, también del entorno, como las condiciones del tráfico próximo y el estado del vehículo. Todo esto redunda en una conducción más eficiente, en una que disminuye la huella de carbono del vehículo.

Por último, en los coches eléctricos, el control que permite la conectividad del vehículo es esencial para la gestión y optimización de la carga. Con My Renault se podrá comprobar siempre desde el móvil la autonomía disponible del coche, podremos también buscar puntos de recarga y planificar la ruta en función de ello, y además preclimatizar el coche cuando esté enchufado para así ahorrar energía durante el trayecto.

Y hablando del estado del vehículo, es importante recordar que una IA permite anticipar problemas mecánicos antes de que ocurran, gracias al análisis continuo de los datos del vehículo. Sensores distribuidos en diversas partes del coche recopilan información sobre el estado de los componentes y sistemas, que es analizada por algoritmos de IA para detectar patrones y anomalías. 

Hace años se encendía “un piloto” y te echabas a temblar pensando qué podía ser. A veces desaparecía con el tiempo, a veces desembocaba en una avería de mayor calibre. Los controladores actuales alertan sobre la necesidad de mantenimiento antes incluso de que se produzca el fallo, evitando averías graves y los peligros que conllevan, prolongando la vida útil del vehículo. Con My Renault, no solo podrás tener a mano la información clave del estado de tu vehículo, sino que en tu espacio personal podrás agendar la próxima cita para su mantenimiento.

Por supuesto, esta innovación no es gratis. Como ha explicado Josep María Recasens, director de Estrategia de Renault Group y presidente director general de Renault Group Iberia, “el software va a pasar de representar el 20% del coste del vehículo a representar un 40% en 2030”. Pero es el paso para dirigirnos a un futuro de movilidad sostenible y accesible, donde infraestructuras inteligentes basadas en conectividad 5G y avanzados algoritmos de análisis de datos logren reducir el consumo, los accidentes, los atascos, a la vez que potencian una conducción más verde, más segura y más cómoda para todos.

Eso sí, donde la IA se percibe de forma más directa y latente es en los asistentes de conducción impulsados por IA, como el asistente reno, Amazon Alexa y Google Assistant, ambos compatibles con Android Auto o con Apple Carplay. Los asistentes de voz impulsados por IA permiten una interacción más natural y manos libres con el vehículo, mejorando la comodidad y facilitando que el conductor se concentre en la carretera.

Estos asistentes nos brindan incluso acceso a funciones del coche, a información y entretenimiento, o a la realización de tareas, como enviar mensajes, hacer llamadas, y todo mediante comandos de voz. En este sentido, la plataforma conectada My Renault cuenta con su propio asistente (además de todas las posibilidades de gestión desde el móvil que ya hemos comentado): el copiloto virtual reno, que se integra por primera vez en Renault 5 E-Tech 100% eléctrico. 

Mediante la voz, podemos pedirle a reno que programe la recarga de electricidad a cierta hora, que preclimatice el coche, o bien nos sugerirá mejoras en la conducción o ciertas cuestiones sobre el funcionamiento del coche durante nuestro viaje. Reno se integra además con ChatGPT-40, por lo que podremos hacerle preguntas o entretenernos con el.

Aunque los vehículos completamente autónomos aún no son una realidad en el uso diario, la IA actualmente aplicada en modelos de última generación hace que los límites se desdibujen. Tenemos en nuestro imaginario que los coches autónomos son aquellos que nos permiten “levantar las manos”, pero lo cierto es que ya tenemos un grado muy sofisticado en la combinación de sensores, cámaras, LIDAR y algoritmos de IA para percibir el entorno y tomar decisiones de conducción en tiempo real.

Pero si nos vamos a la teoría, no olvidemos que, según Society of Automotive Engineers (SAE), existen seis niveles de automatización, donde cero es la automatización nula (ni siquiera elevalunas eléctrico); nivel 1 es asistencia al conductor, algo bastante primario y básico; nivel 2 es automatización parcial, como la ayuda en dirección/aceleración/frenado en ciertas condiciones; nivel 3 implica automatización condicional —el conductor puede desentenderse temporalmente—; nivel 4 supone alta automatización con gestión manual como opción posible; y el nivel 5 corresponde a la automatización completa, lo que significa que el vehículo opera sin intervención humana en todas las condiciones, lo que no requiere ni siquiera de volante ni pedales.

Como decíamos, Renault Group ha inaugurado recientemente el primer Software HUB de automoción en España, un centro dedicado al desarrollo de soluciones de software avanzadas para vehículos. Entre los proyectos destacados se encuentran los sistemas de IA para la conducción autónoma y la gestión energética inteligente, que buscan maximizar la eficiencia y sostenibilidad de los coches eléctricos de la marca.

Esto es solo el comienzo de lo que está por venir en el ámbito de la inteligencia artificial y la automoción, ya que también contribuirá al avance global de la tecnología automotriz. A medida que la IA continúe evolucionando, podemos esperar ver vehículos aún más inteligentes, seguros y eficientes en nuestras carreteras.

La IA está transformando, en resumen, tanto la experiencia natural de conducción, sino también la forma en la que comprendemos todo el hábito de coger el coche, aparcar y viajar. Y es así porque los vehículos equipados con IA se integran con los sistemas de las ciudades inteligentes para optimizar la movilidad urbana, desde la búsqueda de estacionamiento hasta la optimización de rutas. Un futuro donde la IA y la conducción están totalmente entrelazadas no es imaginable, es lo esperable.

sobre el autor

Israel Fernández

periodista especializado en motor