La opinión de los expertos
11/10/2023
Los coches eléctricos son tan silenciosos que requieren de distintas técnicas para generar “ruido” y cumplir así con las normativas de seguridad. El músico Jean Michel Jarre ha colaborado para crear el sonido de los próximos coches eléctricos de Renault. Esta es la historia.
¿Qué hace Jean Michel Jarre, padrino del electropop, componiendo la melodía de arranque del nuevo Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico? Bueno, no es una pregunta trampa: cualquiera que haya escuchado las melodías espaciales de Oxygène o Équinoxe asume que el músico francés siempre vivió seducido por la electrónica. Y un vehículo eléctrico no es sino la catedral de lo tecnológico, la culminación de disciplinas tan dispares como la electromecánica o el diseño de interiores, bajo la misma escena. Una con cuatro ruedas.
Esta no es la primera relación histórica entre un músico y una gran firma tecnológica. Brian Eno compuso el sonido de arranque de Windows 95 y Thomas Dolby hizo lo propio con la icónica melodía de Nokia. Pero el acuerdo entre Renault y Jarre va un paso más allá: se ha cuidado como nunca antes esa relación entre el sonido y las sensaciones que produce sentarse ante un vehículo y pisar el acelerador.
Los coches eléctricos son tan silenciosos que requieren de distintas técnicas para hacerlos más ruidosos. Están obligados a generar “artificialmente” rugidos propios de un motor de combustión. Más allá de esa conexión emocional entre el ronroneo y el cambio de marchas, entre los distintos cocleos de la combustión, la razón es de sobra conocida: seguridad. No hay mejor forma de alertar a peatones, personas ciegas o ciclistas. El Sistema Acústico de Alerta de Vehículos (AVAS) dictado por una normativa europea hace casi un lustro fue el primer paso. Ahora, el compositor y productor discográfico francés ha contribuido para seguir ese camino, hacia el futuro.
Echemos un vistazo a los vehículos que imaginábamos en nuestro pasado como “futuristas”: coches de diseño imposible, como balas de cañón, conduciendo por coloridos tubos transparentes. Coches con interiores de cuero sintético, estimulantes paneles llenos de botones desde los que encargar un almuerzo y conducidos casi con la mente, sin apenas esfuerzo. Y sin polución. Si bien todavía no vuelan, Renault ha logrado cumplir varias de estas ensoñaciones: vehículos de cero emisiones, respetuosos con el entorno y de mínima contaminación acústica.
Todo comenzó con una conversación. Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, presentó durante el Salón del Automóvil de Múnich 2021 el nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico: precio humilde, gran autonomía —hasta 470 km—, motor de 160 kW y un espacioso diseño coronado por el renovado logo del rombo. Sin embargo, para su traslación al mercado querían que este vehículo transmitiese algo nuevo, que supusiese una evolución.
Cualquier mascota es capaz de distinguir el característico sonido del vehículo de su dueño. Aunque pase desapercibido, el sonido es parte de la identidad de marca, de la experiencia del usuario. Renault buscaba apelar a ello, a lograr una "visión agradable de un mundo amable", aprovechando las innovaciones tecnológicas. Jarre es un fantástico ingeniero y él sería el hombre que propondría ese diálogo entre el mundo del arte y la realidad del sonido, entre la industria y los bienes de consumo.
Como apunta Bénédicte Le-Nindre (directora de UX/UI de Renault), el objetivo estaba claro: representar la visión de futuro de la movilidad y, al mismo tiempo, servir de advertencia. Sonidos de cierto estatismo que transmitan calma, que no sean estridentes, pero que a su vez denoten movilidad y la necesidad de mantenerse alerta.
Y en la búsqueda de este equilibrio trabajaron decenas de especialistas, desde el compositor italiano Andrea Cera y el director de I+D de diseño sonoro Nicolas Misdariis, hasta los expertos de Renault como son Laurent Worms (líder de diseño sonoro) o Louis-Ferdinand Pardo (experto acústico en interiores).
Pensemos en el pedal de aceleración casi como en el martillo que acciona la tecla de un piano, pensemos en velocidad y aceleración como un vibrato de cuerdas frotadas que aminoran o incrementan la intensidad según la velocidad del propio coche.
¿Cómo trasladas esto sin desentonar, sin convertir la conducción en una sinfonía histriónica? “Movilidad ligera”, dice el ingeniero de sonido David Perreau.
Las primeras reuniones se llevaron a cabo en el aparcamiento subterráneo del histórico tecnocentro que Renault tiene en Guyancourt. Partiendo de Oxymore —último álbum de Jean-Michel Jarre— como influencia base, se eligieron distintos pasajes y texturas para definir la banda sonora de estos nuevos vehículos. Durante meses, Jarre se reunió con varios profesionales del IRCAM, el prestigioso centro de investigación dedicado a la creación de nuevas tecnologías de sonido, siguiendo la misma ruta que ya marcaron para los diseños del Renault ZOE E-Tech 100% eléctrico.
El equipo escuchó ejemplos de modelos anteriores y distintas propuestas en condiciones reales —dando marcha atrás, aparcando, arrancando, durante una conducción por calle o carretera, etc— con el fin de llegar a un nuevo estándar. Los dos primeros sonidos estaban claros: el VSP (Vehicle Sound for Pedestrians), la advertencia para que los peatones puedan escuchar al vehículo según se acerca; y, en segundo lugar, el sonido de arranque, el que da la bienvenida al conductor cuando accede a la cabina.
Y comenzaron las pruebas a pie de pista, con un modelo real, partiendo siempre de un mismo objetivo final: evitar accidentes. Tengamos en cuenta que el sonido de un vehículo eléctrico no puede ser demasiado tenue, debe destacar sobre las rodadas de la circulación, sobre el sonido residual de los neumáticos en la calzada. El sonido de un coche eléctrico debe representar una frenada brusca o una circulación calmada, como un animal vivo.
Así pues, analizaron cada detalle, decibelio por decibelio, reajustando las frecuencias, añadiendo capas de medios o graves, con el fin de capturar tanto el espíritu de la marca Renault —esto es, la sonoridad característica de algunos de sus motores—, sin entorpecer sobre “los paisajes sonoros de nuestras ciudades”. Obviamente, debes poder "oír venir" al coche, pero sin sustos. Un equipo de oyentes ayudó a decidir entre las distintas tonalidades e intensidades finales.
Coordinados por el diseñador Guilles Vidal, estos test fueron lo más parecido a temperar un instrumento frente al director de orquesta, ajustando la microtonalidad hasta que el timbre da ese “La” característico. Ese “pack” de sonidos finales sería posteriormente homologado. Y en cuanto transmitieron los resultados a la Junta directiva y a Luca de Meo, todos dieron el visto bueno al momento.
Y llegó el paso final: en la UTAC, el centro técnico especializado en pruebas y certificación de vehículos, dieron el aprobado final para que el nuevo Renault Scenic E-Tech integrase esa esmerada librería de sonidos. Los visuales de arranque de Renault se erigen junto a los sonidos, creando sensación de unidad, de recibir una bienvenida cada vez que te sientas frente al volante.
Y, según Jean-Michel Jarre, este ha sido uno de los momentos más dulces de su carrera:
"para mí, como músico, partir de un auténtico lienzo en blanco es algo extraordinario. Dar vida al silencio sin contaminarlo es a la vez un reto y un placer".
Desde Renault la sensación ha sido idéntica: “este equipo ha ayudado a definir lo que debería simbolizar el sonido de los coches eléctricos del futuro”. Es valioso el trabajo en equipo que pone el broche a décadas de experiencia.
Una experiencia que no se queda en lo anecdótico, sino que debe interpretarse como las fanfarrias clásicas: a modo de leitmotiv para toda una generación. Este es el punto del que partirán los futuros vehículos 100% eléctricos de la compañía, vehículos en armonía con la ciudadanía. Y es que, como apunta el propio Jarre, "sabemos que solo sobreviviremos si creamos un vínculo armonioso entre la tecnología y la ecología".
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