Trucos y Consejos
11/9/2023
¿Afecta el calor extremo al vehículo eléctrico? La respuesta corta es sí.
Para la larga habría que añadir que la temperatura ambiente puede afectar la reacción electroquímica que se da en las baterías Li-Ion del vehículo eléctrico, reduciendo su autonomía en olas de calor, como puede ocurrir también en periodos de mucho frío. ¿Qué se puede hacer para maximizar la autonomía y el confort en un viaje en verano?
Todos los dispositivos, objetos, materiales e incluso los seres vivos tienen un rango de temperatura óptimo, un mínimo y un máximo térmico a partir de los cuales dejan de funcionar de forma ideal, reducen su vida útil, cambian químicamente o perecen. Los vehículos eléctricos no son una excepción, y las temperaturas extremas afectan a su química y operativa diaria.
Se estima que el ideal para el funcionamiento de la batería de iones de litio de un coche eléctrico ronda de los 18 °C a los 30 °C, aunque algunos análisis apuran más, señalando que hacia los 26,6 °C los vehículos obtienen su mayor autonomía. Otros modelos operan mejor en rangos de 15 °C a 24 °C, con óptimos rondando los 20 °C.
A medida que avanza la tecnología detrás de las baterías, estas obtienen más resistencia a temperaturas extremas
En España, las temperaturas medias diarias del aire rondaban los 14,7 °C en 2020, 14,2 °C en 2021 y 15,4 °C en 2022, según cifras oficiales de la AEMET (que incluyen la noche). Durante el día, las temperaturas medias anuales diurnas máximas rondan entre los 18 °C y los 24 °C. Salvo meses de calor y frío, son rangos medios a los que el vehículo eléctrico se adapta perfectamente.
Como es evidente, las temperaturas máximas se están desplazando hacia arriba como consecuencia de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y las consecuentes olas de calor.
El calor extremo hace que las baterías envejezcan, es decir, se acorte su vida útil. Como todos los componentes eléctricos, las baterías tienen cierta durabilidad que varía con el número de ciclos de carga, la velocidad a la que son cargadas, hasta cuánto o desde cuánto han sido cargadas, la temperatura del motor del coche en funcionamiento, etc.
Entonces, ¿qué pasa cuando la batería se calienta en exceso? Que los vehículos eléctricos usan parte de su carga para refrigerarla, a fin de reducir su temperatura. Ya sea mediante una bomba de calor o cualquier sistema de enfriamiento, nada más arrancar el vehículo, este medirá la temperatura de la batería, y calculará si es necesario reducir su temperatura para circular. Este mecanismo impide que alcance temperaturas muy elevadas
Y no es el único elemento que hace uso de la batería. Mientras en un vehículo térmico, el motor genera calor y este es distribuido para, por ejemplo, calentar el habitáculo; en uno eléctrico, al ser más eficiente y no producir calor excesivo durante su funcionamiento, la calefacción también tira de ella, al igual que el aire acondicionado. El resto de sistemas eléctricos del vehículo, como son las luces, la radio o la carga mediante USB, también restan energía a la batería, aunque en un grado notablemente menor.
A nivel químico, el calor acelera las reacciones de los iones de litio, por lo que temperaturas extremas hacen que baje la eficiencia en la conversión de energía de la pila de litio.
La Asociación Americana del Automóvil, uno de los mayores clubes automovilísticos del mundo, ha hecho sus propios estudios independientes al respecto. Se estima que un vehículo eléctrico con baterías de iones de litio circulando a altas temperaturas (por encima de 35 °C) y con el aire acondicionado, puede reducir su autonomía en un 17 %.
El motivo es que la propia carga de la batería es usada para mantener activo el sistema de refrigeración, un gasto de energía que debe ser entendido como inversión, dado que sin refrigeración la batería duraría menos. Sin embargo, diferentes modelos de vehículos y baterías dan resultados moderadamente distintos.
Cuatro años después de que la AAA publicase su estudio, Recurrent, una empresa que prueba miles de vehículos al año, señaló que a 32 °C solo se perdía un 4 % de batería, y que había que alcanzar los 42 °C para perder un 31 %. Un dato que, sin duda, responde a su desarrollo, puesto que, a medida que avanza la tecnología detrás de las baterías, estas obtienen más resistencia a temperaturas extremas.
Sabiendo que las altas temperaturas y temperaturas extremas afectan a la autonomía, y que poco se puede hacer al respecto más allá de reducir de inmediato el uso de combustibles fósiles, conviene tener en cuenta los siguientes consejos a la hora de usar coches eléctricos en verano, especialmente para viajes largos. No solo para evitar que la batería del coche sufra o que pueda producirse una avería, sino para que la autonomía dure tanto como sea posible.
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