Trucos y Consejos
26/11/2024
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¿Lo que llevas puesto puede costarte una multa? Las prendas y accesorios pueden comprometer tu movilidad, visibilidad y control al volante.
Vestir es una cuestión de estilo, pero también de utilidad. Más incluso cuando estamos al volante de nuestro coche, donde las prendas que llevamos —y las que no llevamos— están mucho más relacionadas con la seguridad de lo que pensamos. Tanto es así, que por gestos tan cotidianos como subirnos al coche con la bufanda y los guantes nos enfrentamos a sanciones para algunos inesperadas, que pueden ascender hasta los 200 €. Pero no debemos tomarnos esto como una alerta, sino más bien como una oportunidad para aprender a hacer más segura nuestra conducción.
Si cada vez que llega el invierno te preguntas si puedes conducir con el abrigo puesto, o si consideras que tus tacones favoritos son compatibles con los pedales de tu vehículo, esta información es para ti. Desgranamos las claves de la indumentaria al volante a través de ocho aspectos esenciales —algunos sorprendentes— que te ayudarán a escoger mejor tu outfit la próxima vez que te subas a tu Renault.
El abrigo es uno de los grandes dilemas que nos encontramos cuando llega el frío y nos toca conducir. Lo saben bien los que utilizan su coche a primera hora de la mañana, que a menudo se encuentran un vehículo que ha pasado toda la noche a la intemperie y que necesita, al menos, unos minutos para entrar en calor.
La realidad es que no existe ninguna prohibición explícita sobre conducir con el abrigo puesto, pero la DGT sí que tiene recomendaciones claras al respecto: “la abultada ropa de abrigo propia del invierno es poco recomendable, ya que impide el correcto ajuste del cinturón de seguridad y le resta eficacia cuando entra en acción”. Es más, si nos topamos con un agente de Tráfico y este interpreta que nuestra movilidad o campo de visión no es suficiente, podrá sancionarnos de acuerdo con varios artículos presentes en el Reglamento General de Circulación.
¿Qué es lo recomendable en estos casos? Lo primero, optar por prendas más eficientes, como los polares, las camisetas térmicas o las plumas ultraligeros, que calientan y no son abultados. Y lo segundo, por supuesto, es apoyarnos en el sistema de climatización automática que encontraremos en los nuevos modelos y que se puede programar con antelación desde la app My Renault, así como en extras muy interesantes como los asientos calefactables, que ofrecen una sensación de confort casi inmediata.
Aunque no siempre le demos la importancia que merece, el calzado también es un factor determinante para nuestra seguridad. La DGT recomienda que sea “cómodo, flexible, que sujete el pie y con buen tacto en los mandos para pisar los pedales con fuerza y precisión”. Es más, también nos indica que es aconsejable comprobar que las suelas estén secas y limpias para asegurarnos de que la fricción es suficiente.
Al igual que ocurre con los abrigos, las posibles sanciones dependerán del criterio de los agentes de Tráfico. Existen precedentes de conductores que han recibido multas de cientos de euros y varios puntos del carnet por conducir con tacones rígidos. Ante la duda, apostemos por la comodidad y evitemos chanclas, sandalias, tacones, cuñas, plataformas y zapatos sin suficiente sujeción. Además, siempre podemos ir en deportivas hasta nuestro destino y cambiarnos después de aparcar.
Cada vez son más las personas que defienden los beneficios de caminar descalzos. Sobre esta práctica se dice que ayuda a mejorar la musculatura del pie, a ganar equilibrio y a tomar consciencia. Sin embargo, esta tendencia no es compatible con las recomendaciones de circulación porque, al igual que en los casos anteriores, no nos permite un uso firme de los pedales, por lo que estaríamos incumpliendo con los requisitos de control óptimo del vehículo.
Sí, sabemos que esa bufanda kilométrica te encanta, pero cuando se trata de conducir es importante tener cierta libertad de movimiento y con prendas tan abultadas casi nunca es posible. De acuerdo con los artículos 3.1.1, 17.1 y 18.1 del Reglamento General de Circulación, referentes a la necesidad de que los conductores estén capacitados para controlar su vehículo en todo momento, conducir con una bufanda voluminosa podría ser motivo de sanción.
Ocurre lo mismo con las capuchas grandes, los gorros de lana tipo balaclava (o pasamontañas) y, por supuesto, con los cubre orejas, que no nos permitirían tener nuestros cinco sentidos atentos a la carretera. Y, como es lógico, colocarse una manta en las piernas —como se hacía antiguamente— está también sujeto a multas porque nos podría restar movilidad.
En el caso de los guantes tenemos varios supuestos. Si son de materiales como lana, algodón o cachemir, se podría considerar como una infracción grave. Sobre todo porque no nos permiten sujetar el volante con firmeza, más aún en situaciones en las que tenemos que reaccionar rápido. La otra alternativa son los guantes específicos para conducir, que están fabricados en materiales como piel y proporcionan buen agarre. No obstante, es importante saber que no existen modelos homologados —como sí ocurre con los guantes para motoristas—, por lo que nos tendremos que fiar de nuestras propias sensaciones al probarlos.
No, no es una cuestión de escándalo público, es por tu propia seguridad. La DGT considera que conducir sin camiseta es una práctica peligrosa y potencialmente sancionable. También aplica, por tanto, a las personas que conducen con prendas que cubren poca piel, como ropa interior o trajes de baño.
La razón es que, en el caso de que se produzca un accidente o un frenazo brusco, el cinturón de seguridad podría generar quemaduras en la piel. Y aunque nos parezca una simple nimiedad, en condiciones de gran velocidad pueden ser extremadamente dolorosas e incapacitantes. Ocurre lo mismo con el sistema de airbag, que en lugar de protegernos podría provocar también lesiones sobre la dermis.
El deslumbramiento es una causa habitual de accidentes, por eso las gafas de sol son de gran ayuda para enfrentarnos a las carreteras. Rara vez un agente de tráfico se va a encargar de comprobar el tipo de gafas que llevamos, aunque es muy probable que revise si llevamos una montura graduada en el caso de que nuestro carnet determine que necesitamos gafas.
En cualquier caso, la DGT recomienda que las gafas que portemos tengan filtro UV400, el más eficiente para situaciones de radiación solar intensa. También es aconsejable utilizar modelos polarizados, que proporcionan más visibilidad, aunque lo mejor es acudir a nuestra óptica de confianza y dejarnos aconsejar según el uso que le vayamos a dar.
Eso sí, tenemos que recordar que las gafas de sol no son compatibles con la noche, así que tan pronto como empecemos a encender el alumbrado del coche, la montura debe volver a su estuche.
Para que el cinturón de seguridad sea efectivo tiene que estar libre de obstáculos sobre el cuerpo. Las riñoneras, bandoleras y bolsos cruzados pueden parecer muy prácticos, pero lo mejor es que nos los quitemos nada más sentarnos en el asiento del conductor.
Ocurre exactamente lo mismo con accesorios deportivos como los cinturones con compartimento para hacer running o los chalecos de trail. Estos no permiten que nuestra espalda se apoye por completo en el asiento, con los peligros que esto supone ante una colisión por alcance.
Llevar auriculares al volante es un peligro para nosotros y para el resto de conductores. Esto es una obviedad, pero a veces estamos tan habituados a llevarlos con nosotros que nos olvidamos. Su uso limita por completo nuestra atención a la carretera, donde la percepción del espacio y de los sonidos que nos rodean es crucial. Además, nos pueden sancionar por llevarlos puestos con varios puntos y multa, independientemente del uso que le estemos dando: estén funcionando, apagados, en una llamada o en cualquier otra situación.
Tampoco podemos conducir con tapones para los oídos, ni siquiera si utilizamos modelos para prevención de riesgos laborales en entornos de mucho ruido o los modelos que suelen emplear personas en el espectro autista para calmar el estrés acústico.
En su lugar, lo mejor es apoyarnos en el sistema multimedia de nuestro vehículo, openR link de Renault. Contiene todo lo que necesitamos para hacer que nuestra conducción sea segura y entretenida, aplicaciones para reproducir música, asistente de voz de Google para consultar mapas y, por supuesto, sistema de manos libres para realizar llamadas al volante.
Es más, si lo que nos preocupa es nuestra sensibilidad a la contaminación acústica —como le ocurre a muchas personas con trastornos del espectro autista—, podemos reproducir ruido blanco u otro sonido relajante y hacer que la conducción sea mucho más fluida.
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