Trucos y Consejos
23/1/2023
Los vehículos eléctricos están cada día más presentes en nuestras carreteras, pero todavía existen algunas dudas sobre cuestiones fundamentales relacionadas con su potencia y consumos:
La potencia:
La potencia de cualquier coche, sea o no eléctrico, refleja la cantidad de trabajo que es capaz de realizar por una unidad de tiempo. Esta potencia, estamos habituados a encontrarla expresada en Kilovatios (kW) o en Caballos de Vapor (CV). Ambas medidas son unidades de potencia equivalentes, puesto que un kilovatio es igual a 1,36 caballos de vapor.
El consumo:
El consumo de un coche eléctrico nos indica la cantidad de electricidad que necesita para desplazarse. Aunque en algunos casos podremos encontrar el consumo expresado en vatios por kilómetro, lo más habitual es que lo encontremos expresado en kilovatios hora por cada 100 kilómetros (kWh/100). El consumo de un coche eléctrico es importante porque, junto con la capacidad de la batería que se mide en kilovatios hora (kWh), condiciona la autonomía del vehículo medida en kilómetros.
Aunque los términos parezcan similares no podemos por tanto, confundir la potencia del coche expresada en kilovatios (KW), con el consumo expresado en kilovatios hora a los 100 kilómetros (kWH/100), con la capacidad de la batería medida en kilovatios hora (kWh).
La potencia en el caso de un vehículo eléctrico muestra la potencia máxima puntual que es capaz de alcanzar.
¿Es menos potente un coche eléctrico que uno gasolina?. Lo cierto es que son muy muy distintos. Una de las consabidas virtudes de los coches eléctricos es que su entrega de par inmediata nos permitirá disfrutar de unas aceleraciones más ágiles que motores de combustión con potencias equivalentes.
Un buen ejemplo es el de las furgonetas eléctricas de Renault.
El consumo medio
La variabilidad que podemos obtener en el consumo de electricidad de un coche eléctrico es tan alta como la que podemos obtener de cualquier otra tecnología, como por ejemplo, en un vehículo de combustión.
Cuando estimamos el consumo medio de un utilitario, podemos decir que, a los 100 kilómetros, el promedio son unos 16 kWh. Con este valor promedio el consumo anual sería de alrededor de 2.400 kWh (asumiendo un kilometraje anual de 15.000 kilómetros anuales).
Hay una diferencia importante entre los coches eléctricos y los de combustión y es que en entornos urbanos los primeros son mucho más eficientes.
El consumo en ciudad puede ser alrededor de un 25% menor que el consumo combinado homologado gracias al aprovechamiento de las inercias del vehículo en frenadas y deceleraciones.
En estas circunstancias el motor eléctrico no solo no consumirá, sino que funcionará como generador, produciendo electricidad que se almacena en la batería.
Por el contrario, si nos vamos a velocidades mantenidas, el consumo a 120 km/h se puede situar entre los 18 y 20 kWh.
El coste de recarga
Sin ahondar en todos los detalles de cuánto cuesta recargar un coche eléctrico, el coste depende, lógicamente, del coste de la electricidad y del consumo en kWh del coche.
Respecto del coste de la electricidad, es importante diferenciar:
- El coste de la carga en el día a día
Este tipo de carga se suele realizar en el propio domicilio. El precio de la electricidad depende de la tarifa contratada y del momento en que se realice, pero de forma general, podemos decir que oscila entre 0,15 € y 0,20 € por kilovatio/hora. Con estos valores, el coste de hacer 100 kilómetros con un coche eléctrico será de entre 2,4 y 3,2 euros
- Coste de la carga rápida
Este tipo de servicio se suele utilizar en viajes, en los cuales necesitaremos cargar el coche en un tiempo razonable, normalmente haciéndolo coincidir con alguna pausa en el camino para descansar. Este tipo de servicio tiene, de forma general, un coste que oscila entre 0,60 y 0,70 € por kilovatio hora. Con estos precios, el coste de hacer 100 kilómetros será de entre 9,6 y 11,2 euros.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los kilómetros se realizan, de forma general, en el día a día, los ahorros que se obtienen con el coche eléctrico respecto de un motor de combustión equivalente son muy importantes.
No existe una relación necesaria entre la potencia y los consumos homologados en coches eléctricos. Puede haber vehículos eléctricos muy potentes con consumos homologados muy controlados y vehículos menos potentes con consumos homologados mayores.
Esto es así porque, aunque el consumo aumenta con la potencia, en las condiciones de homologación, que son las mismas para todos los vehículos, no son probados a su máxima potencia.
Las diferencias en consumos homologados estarán condicionadas, en mayor medida, por otros factores como, por ejemplo, su aerodinámica o peso.
Los vehículos eléctricos nos ofrecen en definitiva una extraordinaria combinación de sensaciones de conducción, con su potencia y rápidas aceleraciones, y ahorros significativos en nuestro día a día.