¿qué tienen en común Renault 4 y tus jeans favoritos? así es la historia del coche pensado para acompañarte en todo

Un coche que rompió moldes y que ahora vuelve con tecnología de vanguardia. ¿Cómo llegó el R4 a convertirse en todo un símbolo moderno?

En el mundo de la moda, los jeans siempre han sido el gran icono de la versatilidad. ¿La razón? Tienen la fórmula perfecta para ser una prenda de lo más democrática: son resistentes, sientan bien a todos los cuerpos, no tienen género y, desde luego, son igual de aptos para trabajar en el campo como para acudir a una cena con un look sofisticado. 

Por eso no resulta extraño que el mismísimo Pierre Dreyfus, el que fuera presidente de la Régie Renault entre 1955 y 1975, comparara el espíritu de los pantalones de Levi Strauss con el de Renault 4. Al fin y al cabo, ambos productos habían sido desarrollados con la misma idea, que era satisfacer las necesidades de perfiles diferentes con una propuesta que combinaba diseño y tecnología. 

Lo conoces bien porque es muy probable que Renault 4 ya estuviera aparcado hace años frente a la casa de tus padres (o la de tus abuelos). Sí, nos referíamos a él como el 4L (o el ‘4 latas’, ‘la Renoleta’...), pero más allá del recuerdo nostálgico, lo cierto es que este coche supuso toda una revolución en su tiempo. Te contamos la interesantísima historia de este icono del automovilismo y cómo su ADN permanece intacto en nuestros días con la llegada de Renault 4 E-Tech eléctrico.

Más espacio, más versátil y más libre. Si algo consiguió la Régie Renault con Renault 4 fue contentar a su presidente, cuyas palabras “¡necesito volumen!” han pasado a la historia de la automoción. No era un mero capricho, sino toda una visión sobre cómo debía ser el coche que se amoldara a los cambios de la sociedad. 

Hablamos de los años 60, una década de pleno apogeo en la compañía, pero también de muchas transformaciones sociales. El éxodo rural marcaba la norma en Europa, la clase media se empezaba a forjar, las mujeres tomaban más protagonismo y la juventud buscaba nuevas formas de desafiar al establishment. 

Por su parte, el mundo del automóvil también se había mantenido bastante conservador hasta entonces, con la famosa silueta de tres cuerpos y motor atrás que marcaba la norma en todos los diseños. Sin embargo, tocaba cambiar de perspectiva para poder evolucionar de verdad. Lo hizo el deportista Dick Fosbury, también en los años 60, cuando hizo historia en el atletismo con el primer salto de altura hacia atrás; y lo pensó también la Régie Renault cuando decidió trasladar el motor a la parte delantera del coche para ganar más espacio. 

Lo que Pierre Dreyfus buscaba con este lanzamiento era ofrecer un coche apto para todas las situaciones y para todas las personas. Era robusto, lo que lo hacía perfecto para la vida en el campo, pero también era urbanita y familiar. Gustaba mucho a los hombres porque era más alto de lo habitual, de forma que no tenían que quitarse el sombrero al entrar; pero también encantaba a las mujeres, que encontraban en él el aliado perfecto para disfrutar con la conducción. 

Los repartidores de Correos, la Guardia Civil, los principales servicios estatales franceses y, por supuesto, los usuarios de a pie cayeron rendidos ante este modelo. Es más, su espíritu imparable le ha llevado varias veces por circuitos tan conocidos como el París Dakar. El 4L es un símbolo de nuestro tiempo, y prueba de ello son los más de 8 millones de coches vendidos durante 30 años, que lo convierte en el cuarto automóvil más comercializado en el mundo. 

A lo largo de su historia era también habitual que muchos se refirieron al Renault 4 como Jeans, precisamente haciendo mención a la comparativa que ya hizo Dreyfus. No solo era apto para todas las situaciones, sino que apenas exigía mantenimiento, pues no requería lubricación continua ni tenía problemas de sobrecalentamiento. 

Además, como el icono de estilo que es, también ha tenido casi tantas series limitadas como cortes de pantalones vaqueros existen. Parisienne, Sixties, Safari, Cartes Jeunes, Jogging… son solo algunos de los ejemplos más significativos, muchos de los cuales se encuentran hoy entre los más deseados por los coleccionistas. 

¿Su último hito? Una adaptación modernizada y eléctrica que alberga lo mejor del espíritu original. Tanto si el 4L es el coche de tu vida, como si descubres por primera vez la historia de esta encarnación del cambio, es hora de que conozcas todo lo que esconde Renault 4 E-Tech eléctrico.

Si algo demuestra la irrupción del mercado eléctrico es que también hoy estamos en medio de una era de cambio. Cuando Renault 4 irrumpía en la Europa de los 60 el mundo estaba en pleno punto de inflexión; y nos ocurre lo mismo actualmente, sobre todo frente a retos como la sostenibilidad y el paradigma de la tecnología. 

A ellos se enfrenta ahora Renault 4 E-Tech eléctrico, con el que la marca confirma de nuevo su voluntad de democratizar la tecnología, esta vez con una opción libre de emisiones. Al igual que su predecesor, es una opción válida para cualquier tipo de plan y de usuario, desde trayectos por ciudad a escapadas en la naturaleza, pero también como coche familiar, para trabajo o como utilitario del día a día.

Además, respetando los deseos de Pierre Dreyfus, también este modelo cuenta con mucho volumen, con 450 litros de espacio en el maletero, respaldos abatibles en los asientos traseros y otras muchas opciones de almacenamiento interior repartidos en todos sus compartimentos.

Todo ello, en sintonía con las prestaciones de un eléctrico de última generación, con una autonomía de hasta 400 kilómetros, carga del 15% al 80% en apenas 30 minutos. Y, además, comodidades como el sistema multimedia openR link, dos pantallas de 10” para disfrutar una conducción conectada, ayudas a la conducción y reno, el avatar oficial de Renault, que funciona como un asistente inteligente al que le podemos dar órdenes concretas. 

Y si unos buenos jeans no son suficientes, sino que también necesitas que te sienten como un guante, te alegrará saber que Renault 4 E-Tech eléctrico tiene hasta 600 posibilidades de personalización. Desde su techo corredizo de lona “plein sudTM” de gran apertura, hasta su color, sus llantas, su capó, sus adornos de techo o sus paragolpes. 

Cada parte de este modelo puede tener lo que más te guste, para que todo sea un placer cada vez que te subas y lo conduzcas. Siempre, sabiendo que el coche en el que te mueves es todo un homenaje para un automóvil que marcó la historia. 

sobre el autor

Esther Morales