Trucos y Consejos
30/10/2022
Los beneficios que ofrece un coche eléctrico o cualquier tipo de movilidad eléctrica son conocidos por la mayoría de nosotros, pero probablemente el más beneficiado de su uso es sin duda el planeta y, por tanto, el medio ambiente.
Aunque es importante matizar que, a día de hoy la fabricación e incluso uso posterior de un coche eléctrico, no es 100% libre de impactar al medio ambiente, ya que en el proceso de fabricación se genera CO2 que es liberado al aire o incluso la energía utilizada para cargar la batería en ocasiones no puede provenir de fuentes renovables, pero sí que los fabricantes están trabajando en esa vía, minimizar al máximo el impacto al medio ambiente.
A continuación, vamos a detallar cómo la elección de utilizar diariamente un coche eléctrico beneficia directamente al medio ambiente.
La emisión de CO2 al aire, y de otro tipo de gases nocivos para la salud ocasionados por la combustión interna de los motores de combustión, son actualmente uno de los problemas más grandes a los que se enfrenta la humanidad, ya que estos gases impactan negativamente al medio ambiente y a la salud de las personas.
Y es que el CO2 es la sustancia que más contribuye al efecto invernadero, y esto provoca que la radiación solar se retenga más próxima a la superficie terrestre, produciendo un calentamiento progresivo.
Una forma de evitar estas emisiones de CO2 se encuentra en el uso de coches eléctricos, y es que su uso como tal no tiene ningún efecto negativo al medio ambiente ya que no emiten ningún tipo de gases nocivos al aire ni a la atmósfera.
Además, los fabricantes de automoción están trabajando para que la emisión de CO2 en todo el proceso de fabricación de un coche eléctrico sea nulo, o mínimo, por lo que su impacto total hacia el medio ambiente será todavía menor.
A pesar de que actualmente la fabricación de un coche eléctrico tiene un impacto en el medio ambiente, el cómputo total de su vida útil en cuanto a emisiones de CO2 es considerablemente inferior a los coches de gasolina o diésel.
La contaminación acústica, aunque es menos conocida, también es un factor muy importante que afecta a nuestro ecosistema y que gracias al uso de vehículos eléctricos se puede reducir drásticamente.
Seguro que en alguna ocasión has estado en una ciudad con cientos de vehículos transcurriendo por las calles provocando un sonido molesto e incómodo.
En un vehículo eléctrico, dicho ruido se elimina a su mínima expresión, y es que el molesto sonido constante de un motor de combustión es sustituido por un leve silbido, casi inapreciable, del motor eléctrico.
Es más, los coches eléctricos son tan silenciosos que en Europa es obligatorio que emitan un sonido cuando circulan a baja velocidad para avisar de su presencia a los viandantes y usuarios vulnerables de la carretera.
De hecho, diversos estudios afirman que reducir el ruido en una ciudad implica directamente una mayor calidad de vida para sus habitantes y una reducción considerable del estrés.
Otro factor muy importante en un vehículo eléctrico respecto a un vehículo de combustión es su eficiencia energética.
Algunos procesos para obtener energía suponen un impacto perjudicial para el medio ambiente, y es que en algunos casos supone la emisión de gran cantidad de CO2 al aire, por lo tanto, obtener vehículos que sean más eficientes (energéticamente hablando), ayuda a que este impacto se minimice.
Pero para saber la mejora que se obtiene a la hora de usar un coche eléctrico frente a un coche de combustión, lo mejor es saber la eficiencia energética de ambos.
Los coches térmicos tienen una eficiencia energética en torno a un 27%*, y es que gran parte de la energía que se requiere para mover el vehículo, se pierde en forma de calor.
Por el contrario, en un coche eléctrico, su eficiencia energética se sitúa por encima del 75%*, (incluso en algunos casos su eficiencia energética se aproxima al 90%)**. Esto significa que gran parte de la energía se emplea para desplazar el vehículo y una mínima parte se pierde (transforma), en otro tipo de energía.
¿Sabías que un coche de combustión está compuesto por unas 30.000 piezas mientras que en el caso de un coche eléctrico el número de piezas se ve reducido en un 60%? ***
Este factor hace que la probabilidad de que alguna pieza se rompa sea menor en un coche eléctrico, ya que el número de piezas totales es mucho menor, por lo que el mantenimiento de un vehículo eléctrico también se ve reducido.
Además, determinados elementos altamente contaminantes, si no son tratados adecuadamente, no se necesitan en un coche eléctrico, como distintos tipos de refrigerantes o los típicos aceites de motor. Si bien es cierto que un coche eléctrico también requiere de algún elemento de este tipo, pero en menor medida, y no requiere sustitución, salvo en ocasiones muy concretas.
Por otra parte, cada vez hay más iniciativas por parte de los fabricantes en ofrecer una segunda vida a determinados componentes que inicialmente han sido usados en un vehículo eléctrico.
Un ejemplo lo tenemos con el proyecto Refactory de Renault, el cual consiste en reutilizar componentes ya no válidos para su objetivo inicial, el cual tras realizar su correspondiente comprobación, corrección y verificación se da una segunda vida. De esta forma se evita tener que construir menos componentes totales.
Puedes ver un vídeo sobre esta iniciativa de Renault en este enlace, donde se explica lo que se está haciendo en la planta de la marca en Sevilla.
Nos hacemos las siguientes dos preguntas:
1. Menor contaminación general del aire de nuestras ciudades. Como hemos comentado antes, los vehículos eléctricos no emiten CO2, NOx y partículas finas mientras los conducimos. Esto contribuye a una gran mejora de la calidad del aire en áreas urbanas.
2. Mitigar los efectos del cambio climático. Los vehículos eléctricos ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Y si, además, empleamos electricidad generada a partir de fuentes renovables, como la solar o la eólica, los vehículos eléctricos pueden ser aún más limpios en términos de emisiones de carbono.
3. Menor dependencia de los combustibles fósiles: Los vehículos eléctricos reducen nuestra dependencia de los combustibles fósiles, como el petróleo. Lo que puede conllevar una serie de beneficios en términos de seguridad energética y reducción de la volatilidad de los precios del combustible.
4. Mayor innovación en vehículos eléctricos. Y no solo en los vehículos en sí mismos. Todo lo relacionado con la fabricación de baterías, reciclaje de las mismas, la infraestructura de carga o el desarrollo del software relacionado con con la movilidad eléctrica recibirá un gran impulso.
*Fuente: Vehículo eléctrico: Consumo, ahorro y eficiencia| guiaenergia.idae.es
**Fuente: Los motores eléctricos del Lightyear 0 alcanzan un 97% de eficiencia (somoselectricos.com)