¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE RENTING Y LEASING?

El  renting y el  leasing son dos modalidades de financiación que permiten a las empresas hacer uso de uno o varios coches sin necesidad de comprarlos. 

En un renting, la propiedad del coche pertenece siempre a la empresa de renting. El titular del contrato solo paga por el uso del coche durante un tiempo determinado, sin opción de compra al final del periodo contractual. Una vez finalizado el contrato, el titular debe devolver el coche según las condiciones previamente fijadas.  

En el leasing la propiedad del coche la ostenta la empresa de leasing durante la vigencia del contrato. Sin embargo, al final del período contractual, el cliente tendrá la opción de comprar el coche por el valor residual previamente pactado en el momento de la firma del contrato. 

Renting: la vigencia del contrato de renting es de 24, 36, 48 o 60 meses. 

Leasing: el contrato de leasing puede ser hasta 72 meses. 

El renting es considerado un gasto corriente, por lo que las cuotas se contabilizan como un gasto deducible en la cuenta de resultados. Esto puede ser beneficioso desde el punto de vista fiscal. 

Las cuotas de leasing también son deducibles, pero el tratamiento fiscal puede variar según el país y el tipo de leasing. Si el arrendatario ejerce la opción de compra, el bien puede entrar en el activo de la empresa, lo que afecta su contabilidad. 

El renting está dirigido a aquellos que buscan flexibilidad y desean evitar la gestión y responsabilidad de la propiedad de un coche. Es ideal para quienes prefieren renovar frecuentemente y disfrutar de lo último del mercado automovilístico. 

El leasing está orientado a quienes tienen una intención de adquisición a largo plazo y prefieren distribuir el coste del bien en pagos periódicos antes de adquirirlo. 

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