Detrás del volante
18/3/2024
Renault apuesta más que nunca por el reacondicionamiento de coches con su programa Refactory y con instalaciones dedicadas a ello en exclusividad. Te explicamos en qué consiste exactamente esta práctica.
El coche reacondicionado tiene como objetivo alargar su vida útil y recuperar el estado original de fábrica. Constituye una excelente alternativa al mercado de segunda mano, y también una forma de hacer una industria más sostenible. Renault apuesta más que nunca por el reacondicionamiento con su programa Refactory y con instalaciones dedicadas a ello en exclusividad.
Un coche reacondicionado es un vehículo que se somete a un proceso para recuperar un estado anterior y alargar su vida útil. Al reacondicionamiento también se le conoce como refabricación, cuando el producto recupera un estado similar al de fábrica. Para entender el concepto, debemos explicar de forma general qué es el reacondicionamiento.
Así pues, podemos definir un producto reacondicionado como aquel que no se encuentra en estado como nuevo, y es sometido a un proceso para que recupere su funcionamiento o características originales. El motivo de su estado puede ser un defecto o avería, en el propio producto o en su envoltorio, o simplemente que haya sido devuelto por el comprador original. Es habitual en electrónica y tecnología donde el artículo, por el ahorro económico que puede suponer, merece la pena ser recuperado.
En automoción no es muy habitual aún el reacondicionamiento, más allá del mercado de segunda mano o de vehículos de ocasión, aunque fabricantes como Renault con su sello “Refactory certified” apuesta por ello. ¿En qué consiste este sello? Indica que estos vehículos se han reacondicionado siguiendo las normas y los estándares definidos por el grupo que explicaremos más abajo. Su objetivo es reducir la huella de carbono y formar parte de la economía circular.
La principal diferencia entre un coche reacondicionado y un coche de segunda mano, es el proceso de renovación por el que pasa el primero, y la prolongación que se realiza a su vida útil. En cambio, el coche de segunda mano se entrega en las mismas condiciones en las que lo tenía el anterior dueño (independientemente de posibles revisiones y reparaciones) sin que haya necesariamente prolongación de su vida útil.
Un coche reacondicionado puede ser de segunda mano y haber sido usado con anterioridad de forma particular, pero no necesariamente. Como hemos visto más arriba, también puede ser un coche de exposición, representación o incluso devuelto sin que se le haya dado uso real. Al igual que ocurre con otros productos reacondicionados, pueden ser unidades nuevas que no se pusieran a la venta por defectos estéticos en la carrocería, componentes o acabados.
El proceso de reacondicionamiento se basa en los principios de la economía circular y la logística inversa. En el caso de un vehículo, generalmente se puede resumir en los siguientes pasos:
Los coches reacondicionados presentan una serie de ventajas frente a los coches nuevos y los de segunda mano, que los convierten en una excelente alternativa de compra. Veamos las principales ventajas:
Como decimos, los vehículos reacondicionados son revisados por personal cualificado del fabricante, con componentes originales y siguiendo procesos similares o idénticos a los de fábrica. Esto hace que los coches reacondicionados sean más fiables y seguros que los de segunda mano.
Esto no solo supone una mayor sensación de confianza y fiabilidad por parte de los compradores. También se realiza por parte del fabricante una renovación o extensión de la garantía del coche reacondicionado, superior a las que se ofrecen en concesionarios de coches usados.
Renault ha sido uno de los fabricantes que más ha apostado (y está apostando) por el coche reacondicionado. El fabricante francés ha sido incluso pionero en el reacondicionamiento de piezas desde el año 1949 en su planta de Choisy-le-Roi, muy cerca de París. También ha sido el primero en Europa en dedicar una fábrica en exclusiva a la Economía Circular, la de Flins en Yvelines con 11.000 metros cuadrados. También se encuentra ampliando la planta de Sevilla, con unas instalaciones de 5.000 metros cuadrados.
El programa de reacondicionamiento de Renault, denominado Renault Refactory, se basa así mismo en cuatro campos de especialización, del conjunto de todos ellos los vehículos obtienen el sello “Refactory certified”:
Los planes más actuales de Renault con Refactory pasan por lo pronto por reacondicionar 45.000 coches al año en su planta de Flins, y otros 10.000 en las instalaciones de Sevilla. También planea reparar al año otros 25.000 vehículos con daños graves en carrocería, con destino a flotas y aseguradoras. En materia de reutilización de baterías eléctricas, clave para la economía circular, prevé alcanzar en 2030 a las 20.000 reacondicionadas, equivalentes a 200 megavatios.
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