Tecno y Tendencias
5/2/2024
¿Es rentable un coche eléctrico? Lo cierto es que las ventajas del coche eléctrico son numerosas y cada vez son más los compradores. Si queremos saber si en nuestro caso merece la pena un coche eléctrico, tenemos que tener en cuenta todos los factores.
En un artículo previo ya explicamos algunas de las ventajas de la movilidad eléctrica, principalmente aquellas derivadas de las normativas municipales. Sin embargo, existen otras tantas ventajas que presenta por sí mismo el coche eléctrico. Aunque en nuestra web ya puedes encontrar todas las ventajas de los coches eléctricos, vamos a repasarlas a continuación.
Los protocolos anticontaminación y las restricciones de acceso al casco urbano ya no son sólo una preocupación de los habitantes de las grandes ciudades. La Ley de Cambio Climático establece que todos los municipios españoles con más de 50.000 habitantes deben contar desde 2023 con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en las cuales los coches más contaminantes tendrán prohibido el acceso.
Los propietarios de un vehículo eléctrico no tendrán que preocuparse de ningún tipo de restricción, ya que, al contar con Etiqueta Ambiental de tipo CERO, tendrán libertad absoluta para circular en cualquier ciudad. A esto se suma que, además, en algunas ciudades podrán utilizar el carril BUS VAO (para vehículos de alta ocupación) independientemente de si llevan o no pasajeros.
Con el mismo objetivo de fomentar el uso del coche eléctrico, en muchas ciudades se aplican medidas que facilitan el aparcamiento con este tipo de vehículos. Las ventajas pueden variar dependiendo de cada localidad, pero podemos encontrar municipios que amplían el tiempo en las zonas de estacionamiento regulado (por ejemplo, las conocidas “zona azul” y “zona verde”) y otros que directamente eliminan la limitación por completo o lo ofrecen de forma gratuíta a estos vehículos.
A ello se suma que también hay ciudades que reservan plazas de aparcamiento para vehículos eléctricos. En muchas ocasiones, estas cuentan con puntos de carga cuyo coste puede ser, además, gratuito o estar bonificado.
Las instituciones conceden numerosos beneficios fiscales a aquellos conductores que dicen adiós a los motores de combustión. En la fase de compra, podemos acceder a ayudas considerables gracias al Plan Moves. Además, si adquirimos un coche eléctrico, estaremos exentos de pagar el Impuesto de Matriculación y, dependiendo de la provincia en la que se resida, podemos tener una bonificación de hasta el 75% en el Impuesto de Circulación anual. Desde julio de 2023, también es posible desgravarse el 15% en el IRPF por la compra de un coche eléctrico.
Por otra parte, el coste de propiedad de estos automóviles también es menor que el asociado a uno de combustión. Además de eliminar el coste en combustible, también ahorraremos a largo plazo en mantenimiento y reparaciones en torno a un 30%, debido a la mecánica más sencilla y fiable de los eléctricos.
Aunque el coche eléctrico nos ofrece multitud de ventajas que lo convierten en una gran opción, también cuenta aún con una serie de desventajas que, aunque se irán solucionando poco a poco, hay que tener en cuenta en la actualidad.
Por ejemplo, el número de puntos de carga aún es reducido en comparación con el de las gasolineras tradicionales. No obstante, es evidente que ha ido aumentando y que, en los próximos años, se prevé un incremento importante con la entrada al mercado de los gigantes eléctricos.
Otro inconveniente poco conocido de este tipo de vehículos es que hay que rascarse aún más el bolsillo cuando llega el momento de afrontar el importe del seguro. Según la OCU, la cuota para este tipo de turismos es de media un 17% superior que para los coches de combustión. A pesar de que el mantenimiento general de un eléctrico es considerablemente inferior, el elevado coste de las baterías de tracción hace que las aseguradoras eleven la cuota. Una desventaja que se reducirá en el futuro a medida que el precio de las baterías disminuya.
Por último, muchos compradores se lamentan de que aún no hay gran variedad de modelos de coches eléctricos en el mercado. Algo que también está llamado a solucionarse a corto plazo gracias a la apuesta de fabricantes como Renault, que ya cuenta con siete modelos E-Tech 100% eléctricos y que planea nuevos lanzamientos.
Cuando se habla de la rentabilidad de un coche eléctrico, es evidente que el principal factor hacia el que todo el mundo apunta es el ahorro en combustible. No hay más que echar un vistazo a la evolución del precio de la gasolina y el gasoil durante 2023 para comprobarlo. También hacia su mayor eficiencia energética: 13 kW/100 km frente a los 45 kW/100 km que necesita un coche de combustión (de media, 5 litros de diésel o 7 de gasolina).
Aunque el ahorro va a depender del precio de la electricidad y del combustible en cada momento, se estima que un coche eléctrico consume en torno a 2,50 euros por cada 100 kilómetros, por los más de 8 euros de un vehículo diésel y los más de 12 euros de uno de gasolina. El ahorro puede estar entre los 800 y los 1.200 euros al año, aunque puede ser mucho más si cargamos nuestro vehículo en las horas valle o si realizamos autoconsumo en nuestro hogar.
Otro punto importante de ahorro del coche eléctrico se encuentra en los menores costes de mantenimiento que ya hemos comentado. La mecánica eléctrica, al ser más sencilla y carecer de elementos móviles, es más fiable y requiere menos reparaciones y revisiones. Además, se prescinde de determinados líquidos y aceites que en el vehículo de combustión deben ser repuestos periódicamente.
Con todo, se estima que el ahorro en mantenimiento del coche eléctrico puede ser del 25-30%, lo que se traduce en un ahorro medio de 200 euros anuales como mínimo.
Aunque el precio de estos vehículos es cada vez más competitivo, lo cierto es que sigue siendo superior al de sus equivalentes de combustión. Eso sí, teniendo en cuenta las cifras de ahorro que hemos ido señalando, el tiempo que tardemos en rentabilizar nuestro coche eléctrico dependerá del modelo que escojamos, pero, sobre todo, del número de kilómetros que hagamos con él.
Por eso es importante comprarnos un modelo que se ajuste a nuestras necesidades y estilo de vida. Por ejemplo, si necesitamos un coche para el día a día en la ciudad, podemos optar por un Renault Megane E-Tech 100% eléctrico. Haciendo apenas unos 20 km al día (7.500 km al año aprox.), habremos amortizado la diferencia en el octavo año, y a partir de ahí será todo beneficio. Si hacemos el cálculo con la media de los kilómetros al día que realizan los españoles (30 km al día, aproximadamente, 11.000 km al año), el coche eléctrico será rentable a los 6 años.
Si en cambio necesitamos un coche eléctrico para llevar a toda la familia e incluso realizar trayectos más largos, una buena opción es el Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico. Realizando unos 15.000 km al año, el SUV eléctrico de Renault será rentable transcurridos 5 años.
Por último, si somos repartidores o trabajadores a domicilio, con un mínimo de 20.000 kilómetros al año, amortizamos un furgón eléctrico como la Renault Kangoo E-Tech 100% eléctrico a partir del cuarto año.
Como decimos, todas estas estimaciones dependen del uso que hagamos nosotros mismos. En internet existen diversas calculadoras para que podamos introducir los datos del coche eléctrico que queremos comprar y realizar nuestras propias estimaciones. Pero la rentabilidad, en la mayoría de los casos, está asegurada.
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