control dinámico de potencia, ¿qué es?

En este artículo encontrarás:

• ¿qué es el control dinámico de potencia?
  
• para qué sirve el control dinámico de potencia
  
• cómo ahorrar consumo energético con un control dinámico de potencia
  
• cómo elegir un control dinámico de potencia adecuado

El control dinámico de potencia (CDP), también llamado 'control dinámico de recarga' en puntos de carga para vehículos eléctricos, consiste en un sistema en el que varios sensores inteligentes integrados dentro del punto de recarga modulan la carga del vehículo eléctrico y la hacen compatible con otros consumos de la misma red eléctrica, cambiando la velocidad a la que se carga el coche. La potencia eléctrica, en vatios (W) mide cómo de rápido se mueve la energía en julios (J): 1 W = 1 J/s.

Una forma de entender este controlador dinámico de potencia es como una suerte de agente de movilidad que da prioridad a determinados puntos eléctricos con el fin de que todos se muevan carga con fluidez. En este caso, el control dinámico de potencia instalado en el wallbox reduce o aumenta la velocidad de recarga. En el futuro, controlará también la velocidad a la que se envía energía a la vivienda (V2H).

La primera de las ventajas del control dinámico de potencia es evidente: evitar sobrecargas en la red que causen desperfectos o el 'salto de los plomos' (bajada del diferencial de seguridad). Se trata, por tanto, de una medida extra de seguridad eléctrica.

Además de esta, el controlador dinámico de potencia permite que la misma red eléctrica pueda usar un amplio rango de dispositivos eléctricos en paralelo, balanceando la carga del coche de forma dinámica. Este escenario incluye desde un hogar con wallbox en el que el frigorífico se abre con frecuencia o en el que tenemos una lavadora programada que se inicia a primera hora de la mañana, cuando el coche aún está cargando; a un aparcamiento de la empresa que comparte red con las oficinas y otros puntos de carga.

Por último, el control dinámico de potencia es un sistema que protege la batería de tu vehículo eléctrico al permitir el flujo de cierta cantidad de energía por segundo. Toda batería basada en tecnología de Li-Ion tiene límites a los ciclos de carga y se degrada con el tiempo. Estos sistemas alargan la vida de la batería al cargarla siempre de la forma más adecuada y viable.

En el hogar o punto de trabajo, el control dinámico de potencia es un instrumento que nos permite jugar con la potencia contratada de nuestra tarifa, permitiendo la mayor velocidad de recarga eléctrica sin importar cuál sea esta en cada momento. Y es que la potencia libre (la no usada) cambia segundo a segundo.

Por ejemplo, un hogar con 3,3 kW contratados, ideal para viviendas 100% electrificadas con climatización y cocina eléctricas, buena parte de esta potencia está inactiva de noche, pero fluctúa mucho durante la cena (horno, microondas, lavavajillas) y las mañanas (lavadora, microondas, frigorífico). Un wallbox con control dinámico de potencia permitirá cargar el vehículo con los kilovatios excedentes entre el límite de la tarifa y el consumo doméstico en cada instante.

Como el controlador dinámico de potencia distribuye la potencia eléctrica en función de las necesidades de la vivienda, evita que tengamos que contratar una mayor tarifa eléctrica al adquirir un vehículo eléctrico. Es la ventaja del wallbox frente al uso de un enchufe convencional.

En el mercado existen muchos modelos de wallbox, cada uno de ellos con su propio control dinámico de potencia y especificaciones técnicas. ¿Qué tenemos que tener en cuenta cuando estemos buscando uno para nuestro hogar? Es un juego de descarte no muy diferente a elegir coche para la familia.

El primer paso para buscar un buen controlador dinámico de potencia es descartar los wallbox que resulten incompatibles con nuestra instalación eléctrica (por ejemplo, que trabajen con otro sistema de fases) así como los incompatibles con el vehículo (porque no cumplan especificaciones de carga) como que cuenten con el tipo de conector adecuado.

Tras esto, de los restantes podemos optar por descartar aquellos que no se adapten a nuestras necesidades de recarga. Por ejemplo, ¿de qué te sirven 7,4 kW pico si no tienes pensado salir de tu tarifa de 3,3 kW? También aquellos que por espacio en el garaje no resulten convenientes o exijan más obra.

Tras esto, el abanico de wallbox se habrá reducido considerablemente, y podremos considerar elementos como pantallas LCD e inteligentes, aplicaciones conectadas en la nube o estética, que son en esencia accesorios. A algunos clientes también les motiva el adquirir tecnología local o bien contar con la solución de carga que proporciona la marca del vehículo eléctrico que ha adquirido. En el caso de Renault, sería Mobilize Power Solutions.

Mirar precios, buscar ofertas y hacer algunas llamadas comerciales será el último paso antes de decidirse por un modelo u otro.

sobre el autor

Marcos Martínez

periodista especializado en motor